Henry Osvaldo Tejeda Baez
Vivimos momentos muy angustiosos, de sobresaltos, y cualquier noticia nos hace mas infelices, principalmente a la gente de escasos recursos económicos.
Al que devenga un sueldito de miseria, también los atracadores tienen sus momentos difíciles, cuando quieren gastar en “algo” que desean comprar y no pueden, se deprimen, porque cuando atracan a una persona, regularmente blanca y bien vestida, creyendo que esta forrada de cuartos y se llevan un gran fiasco porque al revisarle los bolsillos, se encuentran con lo siguiente:
una peineta, un desodorante Deporte , cinco recibos de compraventas, la coletilla de un ticket para los Blicher (Bleachers) del estadio de pelota, un cassette descascarao con canciones de Bella Nina, un carnet del PQD, dos clicks, dos palillos usados, cinco pinchos, un boleto para ver la película "La Sangre" y hasta un condón usado, además de sarrumas de macita, un gordo de salami y muchas burundangas mas.
Ya ven, que hasta los atracadores cogen su pela. Conocí un atracador en mi pueblo que cuando no encontró nada en los bolsillos del atracado, le dió una "trompá" en la boca (según él), "por arrancao" y lo mandó a trabajar. Cuando anuncian que alguien del gobierno va a dirigirse a la nación, se nos aprieta tanto el baúl que no seria posible que nos quepa un granito de "Millo", porque creemos que nos darán en "La Madre", con mas impuestos.
Hace una semana que el pueblo esperaba el fallo de la Suprema Corte de Justicia con respecto al caso de unos chelitos (si ombe, casi cinco mil milloncitos de pesos, son solo chelitos, no sé por qué tanta bulla), que dicen que el gobierno tomó prestados violando la Constitución.
¡Eureka!, por fin llegó el fallo, pero la Suprema falló tanto que falló al dar ese fallo, haciendo jurisprudencia de cómo es que se le falla al país y éste fallo le ha cambiado el nombre a la suprema falladora, se llama ahora, La Suprema Falla de Justicia (La Falla de San Jorge) .
Luego del fallo, nos visitó un temblor de tierra y me dio un culillo grandísimo, no por el temblor sino, porque enseguida aparecieron las declaraciones de unos técnicos de los que bregan con eso, diciendo que la falla estuvo entre Higuey y El Seibo, (qué chapuceros e ignorantes, por qué desinforman al pueblo de esa manera?) si en realidad el epicentro ya se sabia que estuvo en el “Fallo” de la Suprema Falla de Justicia y miren como son las cosas, el temblor de tierra causó menos daños al país que el “Fallo” del fallador tribunal.
Pudieron haber dado ese mismo fallo pero, carajo, debieron hacer como una ama de casa cuando van a cocinar, un poco de cebolla aquí, tres cabezas de ajo allí, un ají rebanado aquí, una sopita allí, un chin de salsa de tomate, algo de aceite, sal y ya, ahí esta el sazón.
Debieron sazonar ese juicio, y mas aún, después de pasarse mas de un año esperando la oferta del gobierno y no llenaron ni las apariencias, pero estas son chácharas jocosas y este tema no tiene nada de relajante, por lo que ya no jodo mas con eso y lo último que diré de esto es que, a Subero Isa, mi vecino en Ocoa durante mas de 15 años y cuya familia quiero con verdadero amor por buenos que son, debería ya de dejar de hacer el ridículo ante el país, que renuncie, y se vaya a su casa a rumiar su falta de cojones. ¡Infeliz!
Como les decía, cualquier cosa nos pone nerviosos, a veces, y solo por algunos 15 minutos, oigo un programa de radio, 107.5 en el Dial y cuando suena el teléfono, los dos conductores tiran sendos brincos porque creen que los llaman los cobradores.
Traigo el tema a colación para aconsejar a los amigos lectores que no tienen sus problemas resueltos en la vida, que no obtengan tarjetas de crédito si es que no quieren morirse de un infarto, eso no es saludable.
Cuando te aborda una de esas empleadas entrenadas para sacarte hasta la última sarruma de los bolsillos, todo es una belleza, te tratan de una forma que tu crees que te están dando amores sin pedírselo, con tal de que saques la tarjeta pero luego, cuando ya estas “entarjetado” y por alguna razón te atrasas, ahí mismo compraste un boleto para el Metro que te llevará a las profundidades del Averno y ya la empleada no te sonríe como antes, aunque no lo notes estarás hablando con Belcebú, ya estas en sus manos y no vale que expliques tus problemas.
Sales de ahí y no has llegado bien a la calle cuando ya comienzan a llamarte de la oficina principal.
Eso es el demonio prendió en candela. Como se saben tu numero telefónico, mejor dicho, el arma de tortura de ellos hacia ti, se pasan los días poniéndote mensajes de texto y de voz, te ponen una grabación y como ese aparato no se pone ronco, te estará dando tusa y tusa a todas horas del día, si tienes un reloj despertador en tu casa, puedes apagarlo pues ese timbre te sonará aunque tengas el celular apagado.
Y a propósito de sonido, en la banda municipal de música de San Jose de Ocoa, donde yo tocaba percusión desde los 15 años hasta cumplir los 19, el mas joven de la banda, les diré que, me cancelaron disque por comunista (un término de moda en los gobiernos de Balaguer), me canceló el maestro de música, que era a su vez quien dirigía la banda.
Este hombre era un balaguerista empedernido, mas que balaguerista, era trujillista ya que era músico de la Super Orquesta San José, una orquesta al servicio de “El jefe”. Petán
Creo que era el dueño. ¡¡Diablos!!!! En fin, Ese maestro era mas balaguerista que la enana que vivía en la casa de Balaguer.
Ese hombre del carajo se inventó que yo me hice el enfermo para no asistir a un concierto que tocaría la banda en el local del Partido Reformista un día que nos visitaría Doña Enma
Balaguer (el maestro no andaba muy lejos de la verdad), pero lo que le puso la tapa al pomo fue que, un día apareció con un boquete el redoblante que estaba asignado a mi, o sea que,
tenia el cuero roto (lean bien, no sean mal pensados, donde Memela nunca hubo cueros de este tipo), y el maestro se dirigió al Ayuntamiento y en plena sesión de los regidores dijo todo lo que se le ocurrió de mi, imagínense, los reformistas eran mayoría, era lo mismo que jugar en estadio ajeno y con el Réferi en contra, además, el presidente de la sala capitular era el mismo presidente del PRSC, que era también el esposo de la directora del Liceo donde yo estudiaba y esa señora un dia me dijo:
“Mire joven, ud me tiene hasta aqui” (se señaló el
gaznate), “tu eres el que me tiene este Liceo dañado haciéndome movilizaciones por cualquier quítame esta paja, vas a tener que dejar tu comunismo, bla, bla (todo era comunismo).
Bueno, ¡¡Ñángala Fuángala, cancelado el hombre!!!!. Yo ganaba lo que traducido al día de hoy serian lo que se gana un teniente de la policía, estoy hablando de los inicios de la década de los setenta, mi sueldo era de diez pesos, y eso me daba para vestir, ir al cine casi todas noches y al matinee los domingos, le daba algo a mi mamá, pagaba los sándwiches y las batidas que tragaba fiadas en la cafetería de un pastor evangélico llamado Niní, y todavía me quedaba para
serruchar con los amigos y comprar un frasco para pasarnos la noche en el Bar Tres Rosas, donde bailábamos pero no podíamos “quemar” a las chicas porque había mas luces que en la Avenida del Puerto (en otras chácharas, hablaré del dueño de esa cafetería que me fiaba los jugos y los sandwichs, que era un pastor evangélico).
Así se desarrolla la vida en los pueblos pequeños.
3 comentarios:
Okkkk, muuuuy bien, me gustó, me reí mucho, y ya sabes, dentro de la risa que nos causa leer todo eso, vemos esa gran realidad, besitos, que tengas feliz Domingo.
Ana
Interesante folcklorismo de mente tan intrépida e intelectual, muy bien representada la critica situación social que nos arropa. Estoy riendome aun de tan triste y como diría alguien por ahí: "Postmodernista realidad"...
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