Compromiso

Por Tami Flaquer.-
Pobre de los pobres comerciantes de La Romana. Los que pagan luz, alquiler, basura, los que “ayudan” con publicidad a los medios; los que la DGII les cobra anticipos, ITBIS, Impuestos sobre la Renta, Seguridad Social, los que pagan por los letreros al Ayuntamiento, los que cumplen con los requerimientos del Cuerpo de

Bomberos, los que viven aquí y pagan empleados que viven aquí; los que pagan INFOTEP, los que dejan sus cuartos en La Romana, los que mueven nuestra economía, los que conocemos y nos conocen (por lo que algunos nos fían), los que sus hijos van con los nuestros a sus clases, los que le dan dinero a los políticos en tiempo de campaña.
Sí, ¡pobre de ellos!, víctimas desvalidas de la epidemia de comerciantes informales que abundan en nuestras calles, con la aprobación por omisión de nuestras autoridades.
Como candelita en basurero su presencia va tomando poco a poco la ciudad, hacinándola, llenándola de basura, usándola para orinar, violentando el derecho del peatón a circular por las aceras; generando el caos y la violencia, modificando nuestra cultura…

Ellos son los nuevos dueños de la ciudad, los que venden jugos, helados, frutas, ropas usadas, los que venden cintas y casetes pirateados, los que… ¡Un momento!, no puedo seguir escribiendo, unos ciudadanos haitianos que cada viernes venden de todo en un camión frente a mi casa, me están exigiendo que quite mi vehículo del pedazo de calle que le regaló el cabildo.