sábado, 7 de febrero de 2009

Chácharas de un ingenioso y fallido cuerno


Por: Henry Tejeda

Estas chácharas comienzan con una corta entrevista que me donó una simpática mujer de vida alegre, que en el país cariñosamente le llamamos Cuero.
¿De dónde eres? -- "De Hoyo Grande" ...¿Cuántos años tienes?--"Espérate ahi, no jodas con eso"... ¿Haz estudiado algo? -- "Claro que si, no hay quien estudie mas que un cuero, no se me nota?"...¿Qué es lo que más te gusta? --"Venir de "riversa" con el baúl abierto"

¿Te casaste alguna vez?--"No, nunca me casé"...¿Tienes hijos?--"Si, tengo siete cacuses"..¿Son de tu primer novio los siete muchachos?.. "Ta'loco ud?, son de siete novios diferentes"... ¿Cómo haces tu trabajo?--- "Qué pregunta mas pendeja, lo hago arriba, abajo, de lado, de espalda y de otras formas mas"
"No, no me refiero a eso, quiero decir que me expliques cómo atraes los clientes"..."Ah, bueno, habla claro.

Yo me paro en la Bolita del Mundo de La Feria y cuando pasa un hombre en su vehiculo le hago unas señas ya tu sabes....y si se para le digo: "Buscas algo especial mi negro?, si nos ponemos de acuerdo nos vamos a un motel y a Dios que reparta suerte".
¿Alguno de esos hombres te cuenta algo de sus esposas, de su intimidad, de sus problemas o, algo asi?..."Ufff, claro que si, precisamente anoche me acosté con uno que empezó con una letanía hablando de los cuernazos que le pegó su esposa con el propio jefe (de él)". ¡¡Mira, te contaré lo que me dijo y ház de cuenta que él es quién te hace la historia".
Así empezó: Resulta que un día, la muy hija'e puta me dijo que invitó a mi jefe para que nos visitara una noche, y tan pronto llegó el hombre, ella me dijo que necesitaba que yo fuera a Villa Mella a comprar unos chicharrones porque a mi jefe le encantaban, no sé cómo se enteró que a él le gustaban los chicharrones".
"Yo, aunque sospechando una vaina, me salí de la casa disque rumbo a Villa Mella, pero lo que hice fue, dar una vuelta por el barrio y volví como a la media hora y, aunque tengo llaves, toqué la puerta muchas veces y bien fuerte para no encontrarlos en lo que yo sospechaba y así evitar perder el trabajo porque si lo encontraba en algo con mi mujer, esa "agolpiá" no se la despintaba nadie.

Me abrió mi mujer (mi mujer???) y puso los ojos como dos bolas #8 de billar, me fijé que en el cuello tenia un 'mamaó, de los que la chusma le dice "Chupón", tenia las greñas mas encrespadas que las del Padre Rogelio, un tirante del brassier le salía por la barriga cerca de lo que ella llama ombligo, porque para mi que eso fue una maldad de la partera que la trajo al mundo al hacer algo raro con el cordón umbilical y la criatura creció con el ombligo fuera de borda, ahora parece una tetera de chupar".
"Le pregunté por mi jefe , y la muy descarada me dijo que lo llamaron de su casa tan pronto yo salí (claro que no le creí) y así, muy quitado de bulla subí a nuestra habitación y lo que vi, tanto me dio coraje como risa pues en un rincón, vi un bulto como de un metro ochenta de estatura, cubierto con una sábana y le pregunté a mi mujer:

"Pero Herminia, qué carajo es eso que está tapao con esa sábana?" y ella como si yo fuera tan pendejo, me dijo: "Chacho, esa es una estatua de bronce que yo había encargado y hace solo como veinte minutos que me la trajeron". Yo pensé: "Qué inteligente y cínica es la maldita".
"Antes de seguir, quiero decirte que, mi jefe, es un tipo de color cobrizo y cuando va a la playa coge un color aún mas acentuado, y a lo mejor mi mujer sabiendo eso, fue que se inventó lo que narraré ahora".
"Lo que te contaré ahora es de antología, como ya no me cabía dudas del cuernazo de que era víctima, agarré un martillo (y mi mujer nerviosa) y me acerqué a lo que yo llamaría "Jefe-hombre-estatua, mientras le decía a mi mujer: Bueno, ahora veré si ésta estatua de verdad es de bronce, no vaya a ser que te hayan engañado (ya me estaba dando el bajo a sica, parece que la mujer se había cagao del miedo) me acerqué y con el martillo, le pegué un leve golpecito en una oreja (uds saben que al bronce, cuando se golpea, emite un sonido asi: Tinnnnnnnn (un sonidito agudo) y la estatua dijo entre diente: "Tiinnnnnnn" Onomatopeya del sonido (yo gozaba por dentro).
Volví y le di otro golpecito, ahora en la frente y volvió: "Tinnnnnnnn (oí un sonido que me pareció que salió de la sábana pero hice como que no lo escuché, era la misma estatua que se había largado un peo".

"Ahora es, me dije, y fue cuando le arremangué ese coñazo en la punta del ripio y aún así, creía que yo me estaba comiendo el cuento porque el sonido que hizo fué: COÑíiiiiiiiiinnnnn, o sea, fabricó un sonido híbrido, la mitad de un coño reprimido por no gritar y la otra mitad de la imitación del sonido del cobre". A ese cuernero no le fué bien en mi casa".

4 comentarios:

Ana Gloria dijo...

Juassssssssssssssssssssssss, jajajajajajajajaja, me reíiiii
hasta el punto de tose como
locaaa, gracias, muy buena.

Ana

Anónimo dijo...

Hilarante, terriblemente bueno!!

Dra. Nathalie Tejeda dijo...

jaja, que locura! estuvo muy bueno. Mi padre es mas gracioso que tres patines, jejeje

Anónimo dijo...

muy original,me gusto mucho.Henry, tienes mucha creatividad en todas tus ''chacharas''. siga asi...