sábado, 12 de septiembre de 2009

UNA PROFESION RIESGOSA


Por Elpidio Tolentino.

(Este artículo fue publicado por nosotros en la última edición de la Revista Invasión Deportiva, del buen amigo Amós Anglada, y ahora lo hago llegar a ustedes a través de este medio)

Recorrer en las primeras horas de la mañana los distintos estadios, plays, pelaos, y cualquier otro espacio en que se pueda practicar béisbol, nos da una idea de la enorme cantidad de jóvenes que están integrados a desarrollar ese deporte.

Es indudable que esos muchachos por iniciativa propia, y otra gran cantidad por estímulos de sus progenitores, esperan perfeccionarse, hacerse duchos, expertos, en béisbol, y por tanto ser verdaderos profesionales de la pelota rentada.

Viéndolo así, y con la firme convicción de que metidos en el béisbol están fuera de la delincuencia, de las drogas, del vicio en sentido general, es positivo entonces que cientos de jóvenes estén de lleno en la práctica deportiva.

Ahora, el pero, qué por ciento de esos jóvenes ha dejado sus estudios tradicionales, abandonando la posibilidad de hacerse de una profesión universitaria o de un oficio técnico?

Cuántos, que porcentaje de esos que practican pelota, que realmente tienen condiciones excelentes para ser peloteros llegan a ser profesionales del béisbol?

A simple vista, sin estadísticas oficiales, los profesionales del béisbol son pocos, y los que llegan a las Grandes Ligas, los que llegan a los grandes y buenos contratos, aún son menos.

Entonces, partiendo de esa realidad, los padres que ven la solución de sus problemas económicos futuros en la firma de sus hijos para ser profesionales en la pelota, que no olviden que no todos llegan, y que dedicarse sólo a ser peloteros es una profesión riesgosa.

Alex Rodríguez, Moisés Alou, por citar solo dos archi reconocidos, se hicieron profesionales del béisbol, pero también de otras carreras universitarias. Al Hodford, también hizo carrera universitaria.

Muchos de nuestros muchachos dejan las escuelas, se hacen profesionales de la pelota, se lesionan luego o simplemente no consiguen contrato, y ahí se quedan, “profesionales” del béisbol para terminar jugando por jugar, o jugando el deporte de los viejos y barrigones, el softball.




elpidiotolentino@hotmail.com; elpidiotolentino@gmail.com
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