El fenómeno de las compras por internet es indetenible. En América Latina se espera que el volumen se duplique entre 2013 y 2017, llegando a US$75 mil millones. Sus ventajas para el consumidor son obvias; nuestra proximidad con los Estados Unidos facilita el fenómeno en nuestro país. Lo mismo pasa con el “internet banking”. Pagar “online” es muy fácil y cómodo.
A nivel mundial se espera que las compras por internet pasen de US$1,250 billones en 2013 a US$2,350 billones en 2017, cifras muy importantes.
La Dirección General de Aduanas decidió cobrar el ITBIS y los aranceles a los artículos que lleguen por servicios de paquetería expresa o “Courier”, que generalmente son adquiridos por internet en los Estados Unidos, aun sean compras de menos de US$200. La decisión tiene un componente legal y está siendo cuestionada, principalmente por las compañías de Courier, que son los (inicialmente) principales afectados por la medida.
Aspectos legales al margen, es razonable que los ciudadanos paguen arancel e ITBIS, independientemente del canal que usen para obtener los bienes que consumen. Cuando compran en un comercio están pagando vía ese comercio, si este no es informal. Cuando paguen ahora a la DGA lo estarán haciendo vía el Courier…de momento.
El ciudadano debería de poder declarar “online” su compra y liquidar los impuestos a la DGA, pagando electrónicamente. La barrera a las compras por Internet no puede ser una institución gubernamental lenta u opaca. La forma como aplica los impuestos a los bienes importados la DGA es excesivamente subjetiva, a lo que no escapan las compras por internet. Una reflexión para Pro-Consumidor…
elpidiotolentino@hotmail.com; elpidiotolentino@gmail.com
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