SANTO DOMINGO.- Aún es pronto para conocer el verdadero impacto que la quiebra del turoperador Thomas Cook tendrá en el tráfico aéreo en España.
En ese sentido, la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) considera que habrá que esperar hasta el inicio de la temporada de verano del año que viene (marzo/ abril de 2020) para sacar conclusiones, de acuerdo con el panorama dibujado por su presidente, Javier Gándara, el lunes pasado en la presentación del análisis Balance y temporada de verano 2019, retos y perspectivas del sector.
Lo que sí queda claro es que los enlaces con Canarias serán los más afectados. Aunque los 650.000 asientos que el mayorista turístico iba a ofrecer entre octubre y marzo solo son una pizca de los 87 millones de plazas totales previstas por ALA, la mayoría tenían como destino las islas del archipiélago atlántico, que tiene en invierno su temporada alta.
De momento, parte de esta oferta (160.000 asientos) ha sido cubierta por la aerolínea Jet2. “Pero a corto plazo pocas compañías tienen la capacidad de sacar aviones para cubrir las rutas de Thomas Cook”, ha recordado Gándara.
En concreto, ALA preveía para este invierno un aumento en el número de asientos del orden de un 1%. “Pero hay que poner un asterisco, porque incluye las 650.000 plazas que Thomas Cook tenía en España”, ha alertado Gándara, también director general de EasyJet. “Puede ser que el crecimiento sea plano o haya un decrecimiento; aún no sabemos qué grado de reemplazo va a haber”.
El presidente de ALA ha explicado que el grado de ocupación en las conexiones a Canarias es elevado, de un 90% o superior en temporada alta, por lo que tampoco ve viable cubrir el hueco dejado por el turoperador británico con las plazas sobrantes de otras aerolíneas.
También ha señalado otro problema: los derechos de vuelos de Thomas Cook, especialmente en el aeropuerto londinense de Gatwick. “Los slots de Gatwick son el activo más valioso de Thomas Cook”, ha dicho el presidente de ALA, quien no ha confirmado que haya conversaciones al respecto con EasyJet. “A medio plazo es cuando se podrá reconfigurar el tráfico, en la temporada de verano de 2020 ya se podrán ver soluciones y en invierno 2020-21 se verá realmente el impacto”.
Gándara también ha recordado que no es la primera vez que la quiebra de una aerolínea afecta los enlaces con España. Es el caso de Air Berlin, cuya bancarrota en 2017 impactó sobre todo en las conexiones con Baleares.
La diferencia, en el caso de Thomas Cook, es que su quiebra coincide con la temporada alta en Canarias, que por esta razón ha planteado una exención de las tasas aeroportuarias.
Una medida que, según el presidente de ALA, no representa una solución al hueco dejado en el mercado por el turoperador británico ya que, si Aena las bajara en algunos aeropuertos tendría que subirlas en otros.
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