Juan Francisco Melo
En 1513 Juan de Medicis, fue electo papa y tomó el nombre de Leon X , la iglesia a partir de entonces era una potencia política y económica, los papas anteriores habían comenzado la construcción de la basílica de San Pedro en Roma, pero León quería completar este proyecto.
En 1517 lanzó una campaña para vender las indulgencias, la nobleza podía pagar. Las clases bajas pagaban sumas menores para comprar el perdón de sus pecados, la indulgencia constituía una importante fuente de ingresos para la iglesia.
Todo iba bien hasta que en octubre de 1517 (al día de hoy son 513 años) llegaron noticias al papa de un sacerdote llamado Martin Lutero, un teólogo Alemán había clavado en las puertas de las iglesias un texto llamado las noventa y cinco tesis, era un ataque a la tesis de vender indulgencia, él decía, es a Dios y no a la iglesia a quien le corresponde perdonar a los pecadores.
El papa no leyó los escritos de Lutero, tenía muchas cosas que atender, Lutero era un hombre inteligente y peligroso, continuó publicando a un ritmo alarmante y cada vez más virulento, decía que la iglesia era un poder político, no espiritual y para sostener su gobierno terrenal había recurrido a mentiras, a prostitución y que el papa era un anticristo, le respondió a todas las amenazas, Lutero un sacerdote Aleman desconocido, se había convertido en una celebridad, una figura querida en todo el país, él pudo ver la necesidad de una reforma drástica en la iglesia, no enfrentó la perversidad de la iglesia y no enfrentó a sus compañeros sacerdotes, escogió la vida del papa financiado por la venta de indulgencia, el uso del poder eclesiástico para meterse en la política, con esto logró suscitar una ira moral que se propagó como un reguero de pólvora, transformando para siempre la visión pública de la iglesia.
Es necesario comprender que no se puede ganar guerra sin el apoyo público y político esto requiere estrategia y sentido del teatro.
No te preocupes por las manifestaciones a las que tendrás que recurrir si quieres ganar esta batalla moral, tienes que demostrar que tu causa es más justa que la del enemigo y esto permitirá distraer a la gente por completo de los medios que emplea para ganar la guerra y lograr tus objetivos.
Todo el mundo recuerda a Martin Lutero como el transformador de la iglesia, pero nadie recuerda al papa León X, quien murió 4 años después de esta guerra moral y sucia.
Juanfmelo
elpidiotolentino@hotmail.com; elpidiotolentino@gmail.com
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