José Gómez Cerda
Estámos interesado en conocer las principales acciones y actividades que se han producido en el mundo político y social, que sean de interés general para la educación y formación de los trabajadores, profesionales, estudiantes y profesores.
La historia política y social es un proyecto que abarca desde el inicio del siglo XIX, cuando la revolución industrial produjo el nacimiento del sindicalismo; después de surgir el capitalismo como sistema económico y el liberalismo como expresión política.
Han ocurrido muchos acontecimientos históricos en todas partes del mundo. En esta ocasión queremos destacar aquellos casos en materia política y social, que han impactado la historia.
Es necesario tener una visión de la política y lo social, para poder conocer los acontecimientos que han afectado a los pueblos, en especial a los trabajadores en todas partes del mundo.
Este humilde aporte podrá ayudar en algo en la formación y educación de los trabajadores, estudiantes, profesores, políticos, sindicalistas y todas aquellas personas interesas en conocer la política y lo social.
En 1802, en Inglaterra, se dictó la primera ley reguladora del trabajo en las fabricas. Desde que se inició la Revolución Industrial, los trabajadores no tenían ningún horario, ni días de descanso, el trabajo era todos los días y para todos los trabajadores, incluyendo los niños y las mujeres.
Los puntos esenciales de esa ley son los siguientes:
1.- PRESCRIPCIONES SANITARIAS: Paredes y techos de los talleres deben revocarse con cal dos veces al año. Deben abrirse orificios para aireación.
Chicos y chicas deben estar separados en los dormitorios y debe tenerse un número suficiente de camas, de modo que no pasen de dos los niños que duermen en la misma cama.
2.- LIMITACION DE LA JORNADA DE TRABAJO: El trabajo de los niños no deberá pasar de las doce horas diarias, incluida la duración de las comidas, entre las seis de la mañana como mínimo, hasta las nueve de la noche como máximo.
3.- INSTRUCCIÓN OBLIGATORIA: Todos los niños tienen que aprender a leer, escribir y contar, tomándose el tiempo preciso para ello de las horas laborales. La instrucción religiosa y la asistencia a un oficio eclesiástico se declaran asimismo obligatorias.
Santiago de los Caballeros.
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