José María Reyes
El Gobierno dominicano ha comenzado un proceso de discusión con la empresa Autopista del Nordeste, concesionaria de la Autovía de Samaná, para la revisión del contrato de concesión de la obra que incluye el pago de un “peaje sombra”, que representa una dura carga para el Estado y una retranca para el desarrollo del turismo en el nordeste de la República Dominicana.
Se trata de una decisión importante para el país, para consolidar la promovida y prometida transparencia en el manejo de los fondos públicos, la defensa del Estado, para el desarrollo del turismo y del país. Este proceso de revisión, que esperamos sea real, debe estar dirigido a quitar esa pesada carga del peaje sombra y establecer responsabilidades en la negociación de ese contrato y en los cambios que sufrió a través de actas de acuerdo.
Este contrato se firmó en el 2001, en el gobierno del expresidente Hipólito Mejía (2000-2004), y se comenzó a ejecutar años después en la gestión del expresidente Leonel Fernández (2004-2012). Los promotores de la obra prometieron una autopista moderna, segura... y construyeron una carretera de dos vías, cuyo uso es súper caro y la mayoría de la gente coincide en que no ofrece las garantías de seguridad para las personas que deciden utilizarla. En 19 años nadie le ha explicado al pueblo por qué razón se negoció de espalda a los intereses de la sociedad.
En principio el contrato se negoció con la concesionaria representada por la empresa Boulevard Turístico del Atlántico C. por A, luego pasó bajo la responsabilidad de Autopista del Nordeste, se revisó varias veces –a través de actas de acuerdo- durante el gobierno de Fernández; en el 2007 se fijó la tasa interna o peaje sombra para “el equilibrio financiero del proyecto”. ¡Qué sorpresa! Se tomaron como referencia otras vías que conectan a las más pobladas provincias del país y un parámetro diario de alrededor de cuatro mil vehículos. Y el sistema se las arregló para evitar establecer responsabilidades.
Los reclamos de la sociedad de una explicación al respecto no han parado desde el momento en que se inauguró la obra, desde que se comprobó el tipo de carretera que construyeron, establecieran los precios de los peajes y el odioso peaje sombra. Cada ministro de Obras Públicas, hasta la fecha, ha prometido revisión del contrato y termina engavetando el expediente. ¿Cuál es el poder de la empresa concesionaria que en cada gobierno impide que se haga una revisión a pesar de los reclamos de la gente?
La inversión de la obra fue de US$150 millones, en el tiempo que tienen operando la “autopista” solo por el pago del peaje sombra la empresa ha recibido más de RD$26,000 millones, sin calcular los cobros directos de peajes, cada año reciben entre US$60 y US$80 millones (de RD$3,500 a RD$4,600 millones) y este año están reclamando RD$7,0000 millones, según el presidente Luis Abinader. Con estos datos y todo lo que se conoce del contrato y la operación de la vía, en otros países hace tiempo que se tendría una solución y los responsables pagando por su mal servicio a la patria.
Recordemos lo que pasó en el 2013, cuando el entonces presidente Danilo Medina anunció -durante su primera rendición de cuentas- una revisión del contrato con la minera Barrick Gold para la extracción y venta del oro de Pueblo Viejo, Cotui, porque el Estado solo recibía el 37% de los ingresos brutos y se logró que la minera comenzara a entregar el 51.3% de los ingresos brutos. ¿Logrará Abinader resultados parecidos con el peaje sombra?
Toda la sociedad aplaudirá -de la misma forma que aplaudió la revisión que se hizo del contrato con la minera Barrick Gold-, que se haga una negociación seria con la empresa concesionaria de la Autovía de Samaná. Esto es necesario para la lucha contra la corrupción y para el desarrollo del nordeste del país. La población valorará que esa revisión elimine las distorsiones y que los responsables del daño que se ha provocado al país sean llamados a explicar sus actuaciones y asuman su responsabilidad frente al país, incluso ante la Justicia si es necesario.
2 comentarios:
El cobierno tiene que publicar los nombres de los accionistas personas físicas y corporativas. Cual es el misterio.
John Brea
Un abrazo Elpidio.
John Brea
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