Una definición más precisa es la que dice además: Un visitante se clasifica como turista si su viaje incluye una pernoctación, porque si esto no ocurre y es visitante del día es considerado un excursionista.
Considerado así, los 352,933 dominicanos residentes en el exterior que llegaron al país por vía aérea en el período enero-abril de este año son TURISTAS. Esta cifra representa el 34% del 1,044,159 personas que visitaron la República Dominicana en esos meses. Los extranjeros (o quienes llegaron con pasaporte no dominicano) sumaron 691,226 (66%).
En el 2020 llegaron 98.9 mil dominicanos residentes en el exterior menos que el 2019; pero este año este grupo creció en149.3 mil un 73% más. Los extranjeros decrecieron. Recibimos 497.8 mil menos que en el 2020, para una caída del 41.9%.
Para entender mejor estas cifras debemos tomar en cuenta que enero (474 mil extranjeros) y febrero (488 mil) del año 2020 fueron meses relativamente normales, aunque con menos llegadas que en el 2019, porque aún no habíamos superado el efecto negativo de la crisis provocada por el escándalo mediático creado en los Estados Unidos por las supuestas “muertes misteriosas” de turistas en hoteles dominicanos.
En marzo del año pasado el reporte del primer caso de un turista italiano portador del coronavirus COVID19 en un hotel, provocó el cierre de los aeropuertos y nos quedamos con 226 mil turistas extranjeros, una importante reducción del 62% en comparación con el mismo mes del 2019 cuando recibimos 595 mil.
¿Cómo manejar las cifras de turistas, contando o excluyendo los dominicanos no residentes –que técnicamente lo son- o sólo considerando a quienes llegan con pasaportes no dominicanos, como se dice en estos días en las notas oficiales?
Mantengo mi estilo de sólo hablar de turistas internacionales, que es como califico a quienes llegan de otros países, aunque se incluye a los dominicanos de nacimiento que han emigrado y tienen la ciudadanía –y por tanto el pasaporte- del país que los acoge. Creo que es una forma de sincerar las cifras. Los dominicanos no residentes no viajan a su tierra por la calidad de nuestra oferta turística. Vienen –como mis hijos nietos y hermanos- porque tienen profundas raíces en su tierra de origen.
La encuesta anual que realiza el Banco Central para conocer la opinión, actitud y motivación de los turistas, reporta que los dominicanos no residentes tienen estadías más largas en el país (16.1 días promedio) cuando nos visitan y gastan (US$825.7 promedio) mucho más que los extranjeros. Esto tiene un efecto en la economía y en los hogares de sus familias en el país, y esto hace deseable sus viajes, pero su impacto es muchísimo menor en la cadena de valor del turismo, como suele decirse ahora.
En los últimos años ha crecido el número de turistas extranjeros no residentes que vienen para visitar amigos y parientes. En el 2019 este segmento creció 12% y los que no usaron un hotel, el 13%. En los meses enero-abril del 2021, los que declararon ese motivo para venir aumentaron 147% y sumaron el 11% de los turistas. Buena parte de este segmento lo constituyen dominicanos que han obtenido otra nacionalidad y viajan con pasaporte de esos países.
El domingo pasado en el vuelo de Air Europa procedente de Madrid, pude observas dominicanos con pasaportes españoles e italianos, y miles de dominicanos residentes en Estados Unidos, que ya son ciudadanos de ese país llegan con ese pasaporte. Esta semana –por ejemplo- tengo tres miembros de mi familia de visita en Santo Domingo con el pasaporte estadounidense.
Siempre he considerado que para analizar los procesos de nuestra industria turística y ser más asertivos, conviene apoyarse en estadísticas que excluyan los dominicanos no residentes, y aun así tendremos un importante número de dominicanos entrando como lo que suelo llamar “turistas internacionales”, porque ya son ciudadanos, y usan pasaporte, de su nueva nacionalidad.
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