viernes, 12 de agosto de 2022

CONVERSACIONES CON ADULTOS MAYORES

José Gómez Cerda.

Desde hace alrededor de 20 años, mis conversaciones son especialmente con adultos mayores, personas que tienen 60 años, o más. Especialmente después que fui electo presidente de la Central Latinoamericana y del Caribe de Pensionados, Jubilados y Adultos Mayores (CLATJUPAM)… además, por mi edad.

La mayor parte de mi vida, han sido relaciones con trabajadores del campo y la ciudad, sindicalistas, por haber participado en organizaciones laborales por más de 30 años, muchos de ellos ahora, igual que yo, somos adultos mayores. Aunque yo sea periodista y escritor, la mayoría de mis amigos me reconocen como sindicalista.

En conversaciones de adultos mayores, tratamos sobre el envejecimiento, esa etapa del ciclo vital, que representa un declive de todas aquellas estructuras que se habían desarrollado en las etapas anteriores, con lo que se dan cambios a nivel físico, cognitivo, emocional y social.

Los cambios que se pueden producir en la vejez comporten varios aspectos: Cambios fisiológicos: las células envejecen, cambia la estructura corporal, se pierde elasticidad e hidratación en la piel, aparecen las arrugas. Cambios en la salud: aumenta la prevalencia de enfermedades; morbilidad y mortalidad. Con la edad aumentan las canas en el cabello, y las arrugas.

A pesar de que esta fase tiene un punto final claro, que es la muerte; la edad no se encuentra establecida específicamente, puesto que no todos los individuos envejecen de la misma forma.

Con los adultos mayores dominicanos, conversamos sobre el promedio de vida en la República Dominicana, que es 74.47 años, mujeres 77.15, hombres 71.81.

Conversamos sobre cómo se ha multiplicado la población de envejecientes; antes era como una pirámide, abajo la gran cantidad de niños, luego los jóvenes, adultos, y en el final los viejos, que eran muy pocos, en comparación con los niños. Hoy día eso ha cambiado.

En mis conversaciones con los adultos mayores les recuerdo que cuando yo era un niño, una persona de 50 años, era un anciano, o anciana; ahora las familias son más cortas, menos niños, las familias son de 2 o 3 hijos. La ciencia y la tecnología hacen que las personas humanas tengamos un promedio de vida más alto. ¡Menos niños, y más adultos mayores!

En la República Dominicana, somos alrededor de 10.953.000 personas, entre ellas 1.058.000 tenemos 60 años o más.

En mis conversaciones con otros adultos mayores siempre hablo de los problemas fundamentales que tenemos; salud, alimentación, enfermedades específicas.

Existen enfermedades propias de los adultos mayores, como son; Diabetes, Alzheimer, Parkinson, ACV, y otras, todas muy caras y de larga duración, que las personas que la sufren si son ricos, pasan a la clase media, si son de la clase media pasan a pobres, y si son pobres. ¡Se jodieron!

En mis conversaciones con los adultos mayores, siempre les digo, que tenemos muy buenas leyes para protegernos, como son la constitución, la Ley 352-98 sobre Protección de la Persona Envejeciente, y la ley 87.01, sobre Seguridad social. Sin embargo, ninguna se cumple. Hoy día, los adultos mayores dominicanos no tenemos ninguna protección legal.

¿Por qué no se cumplen esas leyes?, ¡Porque no estamos organizados!

La constitución de la república, en su artículo 57 establece que “La familia, la sociedad y el Estado concurrirán para la protección y la asistencia de las personas de la tercera edad y promoverán su integración a la vida activa y comunitaria. El Estado garantizará los servicios de la seguridad social integral y el subsidio alimentario en caso de indigencia”.

Esa disposición constitucional establece derechos para los adultos mayores.

La ley 352-98 sobre protección de las personas envejecientes, del 15 de agosto de 1998, establece una serie de protección que deben recibir los adultos mayores dominicanos… ¡Pero no se cumple!

La ley 87-01 sobre Seguridad Social, en su capítulo V, establece los servicios sociales para los envejecientes, los adultos mayores;

Dice la ley:

El artículo 78.- Programas especiales para los adultos mayores. El Estado Dominicano fortalecerá el Consejo Nacional de la Persona Envejeciente, creado mediante ley 352-98, de Protección a la Persona Envejeciente, del 15 de agosto de 1998, para desarrollar servicios especiales orientados a valorizar el aporte de la población mayor de edad, al desarrollo de su capacidad y experiencia, a propiciar su actualización y entretenimiento, así como al disfrute de los años de retiro.

El artículo 79.- Servicios sociales para pensionados y jubilados

El Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS) gestionará ante el Estado Dominicano la ejecución gradual de servicios sociales a fin de que los jubilados y pensionados del Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS), tanto del Régimen Contributivo, así como de los regímenes subsidiado y contributivo subsidiado, tengan acceso a las siguientes prestaciones sociales y consideraciones especiales:

Entre las protecciones para los adultos mayores, la ley 87-01 establece;

a) Programas de orientación, adaptación y educación a través de los medios de comunicación social;

b) Terapia ocupacional de los envejecientes;

c) Hogares para envejecientes;

d) Clubes sociales y recreativos para la tercera edad;

e) Tarifas especiales en actividades recreativas, educativas, deportivas y culturales;

f) Tarifas especiales en el transporte público y en actividades turísticas;

g) Precios especiales en la compra de libros, revistas y útiles educativos, ropa y enseres domésticos, entre otros;

h) Tratamiento especial en las actividades públicas y privadas;

i) Otros servicios sociales que contribuyan a la salud física y mental de los mayores de edad.

En mis conversaciones con adultos mayores, nos preguntamos. ¿cómo es posible que, existiendo buenas leyes?, Pero no se cumplen…

Los adultos mayores constituimos una pieza muy importante en la sociedad.

Somos transmisores de sabiduría y experiencia. Además, somos los encargados de mantener unida a la familia, dar consejos y apoyo emocional, cuidar a los más pequeños, incluso de ayudar económicamente.

En mis conversaciones con adultos mayores también hablamos sobre los gastos, que en su mayoría son para comprar alimentos y medicinas. Pero también conversamos sobre los maltratos que se hacen contra los adultos mayores, la mayoría proviene de la misma familia, y de sus vecinos.

Los adultos mayores podemos tener un poder político, social y económico, pero es necesario que estemos organizados, en asociaciones especializadas para personas mayores de 60 años, para defender los derechos y libertades propias de los adultos mayores.

En las pasadas elecciones, alrededor del 30% de los votantes, éramos personas mayores de 60 años, sin embargo, ningún político, ni partido, se refirieron a los adultos mayores, ni estamos contemplados en los planes políticos, ni se comprometen a cumplir las leyes, como la constitución, la Ley No. 352-98, ni aplicar lo establecido en la ley 87.01 sobre seguridad social, en protección a los adultos mayores.

Mis conversaciones con adultos mayores, siempre quedan en suspenso, pues, aunque representamos una cantidad considerable, hoy día, en la República Dominicana, los adultos mayores no disfrutamos de ninguna protección social. ¡Ninguna!

Es necesario que nos organizamos, para representar dignamente a los adultos mayores, en sus valores, principios, ética, y defender sus derechos y libertades-

 

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