Memoria a corto plazo
Este tipo de memoria es el que nos ayuda a entender el texto que estamos leyendo, porque mientras leemos una frase aún recordamos la anterior. Ejemplo, si queremos aprender un número telefónico, podemos agrupar la cifra de tres en tres para recordarlo mucho mejor
809-556-00-00.
Para que este número que está en la memoria a corto plazo pase a la memoria a largo plazo debe repetirse y buscar un sentido de asociación con otros datos ya conocidos.
En la publicidad política se utiliza el nombre del candidato con muchas repeticiones en los medios visuales y sonoros, pero esto tiene un límite porque puede saturar el cerebro neocortex o pensante y este realizar un rechazo a este nombre, al candidato y hasta al partido que lo lleva en su boleta, además puede activarse la ínsula por ser un elemento irracional y aumentar el rechazo al candidato y producir una protección al candidato victimado.
Memoria a largo plazo
Los recuerdos que están en la memoria a largo plazo pueden llegar a permanecer ahí el resto de nuestra vida. Se deteriora muy poco con el tiempo, y puede almacenar una cantidad de información ilimitada.
No todos los recuerdos de este almacén tienen la misma fuerza, ni tampoco permanecen todos estáticos, de vez en cuando nuestros recuerdos son revisados y actualizados.
Para que los recuerdos pasen a la memoria a largo plazo, es necesario un proceso neural de consolidación de los complejos neurales de los tres cerebros: Neocortex, Límbico y Reptiliano.
La meta de todo buen publicista, mercadólogo o estratega debe ser colocar su información en la memoria a largo plazo para que permanezca para siempre en la memoria del consumidor.
Ejemplo: pare de leer, cierre los ojos, concéntrese, ahora pienses en un color. Un porcentaje muy alto dice rojo o azul.
Porque son colores primarios que están en nuestra memoria y a partir de esos colores usted busca otras combinaciones de un color que sea de su agrado.
Las campañas publicitarias de la República Dominicana al día de hoy son un desastre.
Porque están dirigidas al producto comercial o político y no al cerebro pensante, irracional y emocional del individuo.
Los políticos se venden tanto ellos mismos que saturan el cerebro, pero no quieren terminar de entender que deben persuadir al cerebro pensante para que sea aceptado en la memoria a largo plazo.
Usted puede seguir engañándose asimismo, ignorar el cerebro pensante y la memoria a largo plazo, pero hágalo bajo su propio riesgo.
Juanfmelo.
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