Manuel Quiterio Cedeño.
Es así, pero tenemos que ser muy racionales y mirar atrás para entender dónde estamos y cómo llegamos a esa posición. Falta mucho andar, no existe el final del camino para los procesos económicos y sociales, y el cierre es sólo para quienes abandonan este mundo imperfecto, pero también capaz de ofrecer oportunidades y satisfacciones. Para analizar el turismo de hoy, debemos recordar los capítulos que marcaron el camino. La cronología de lo público y lo privado. Veamos algunos hechos que marcan la historia.
1966: Ley 199 que crea la tarjeta de turismo para ingresar al país con fines turísticos. 1969: Ley orgánica de turismo que crea la Dirección General de Turismo con el objetivo de fomentar el turismo. 1971: Ley promoción e incentivos al desarrollo turístico. 1974: ley 256 para la planificación y desarrollo del destino turístico Puerto Plata o Costa de Ámbar.1978: Ley 861 para la promoción de la inversión extranjera. 1984: Ley que crea la Secretaría de Estado de Turismo.
A esto podemos sumar el protagonismo del Central Romana con Casa de Campo y las inversiones que se produjeron en ese escenario; y paralelamente la puesta en marcha del proyecto de desarrollo de Puerto Plata que influyó en la expansión de la actividad turística en todo el litoral norte.
En 1969 la iniciativa que hoy es Grupo Puntacana, liderada por Frank Rainieri, plantó el embrión que daría vida a lo que hoy es Punta Cana- nombre creado por él- la principal región turística del país y del Caribe Insular, que en la actualidad recibe más de la mitad de los turistas que nos visitan por vía aérea.
Este cuadro de actores principales lo completa la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (ASONAHORES), creada el 4 de julio de 1962, incorporada como asociación sin fines de lucro. Reunía a lo que entonces era la hotelería dominicana que se reducía a unos pocos establecimientos en Santo Domingo, y sus principales y contados restaurantes.
Esta entidad ha sido el jugador principal del sector privado. Supo transformarse para adaptarse a los cambios en el sector y asumió su representación. En los años ochenta y noventa atrajo a su membresía los hoteles que surgieron en litoral norte y este. Cuando comenzaron a surgir las asociaciones regionales (Puerto Plata, Punta Cana, Juan Dolio, La Romana, Santiago, Boca Chica y Samaná) las que fue integrando y se transformó en una federación de asociaciones de hoteles y restaurantes.
También avanzó en el escenario internacional. Se afilió a la Asociación de Hoteles del Caribe y dos de sus dirigentes han ocupado la presidencia y siguen participando como directivos. También se sumó a la Asociación Internacional de Hoteles y Restaurantes, es miembro asociado en la Organización Mundial del Turismo, y participa en la comisión de turismo en el proceso de integración Centroamericana y la RD.
En el 2010 dio el gran paso. De agrupar a hoteles y restaurantes, se adecuó al tamaño adquirido por el sector y se transformó en la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana. Para acoger a todos los segmentos organizados que participan en la cadena de valor de la industria turística.
Ahora en el 2023 –la semana que viene- ingresa al Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) la principal organización internacional del sector privado. La más influyente a escala mundial en el turismo, porque sienta en su mesa a los grandes consorcios mundiales hoteleros y de otras áreas que participan en el turismo. De nuestro país es miembro Frank Rainieri, reconocido por su protagonismo en el Caribe.
ASONAHORES, y el brillo del turismo dominicano, posiblemente han influido para que la WTTC amplíe su membresía acogiendo a las organizaciones que representan realmente al sector privado turístico en cada país y región. Así se hace más fuerte. Así creció aquí ASONAHORES.
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