sábado, 6 de diciembre de 2008

LA CHÁCHARA DE HENRY TEJEDA

En este bello paisito, al que tan despectivamente le llamaron los gringos (a éste y varios mas de America Latina), “Bananeros”, aquí donde estoy viviendo, bueno, creo yo que estoy viviendo, me han dicho que hay varias formas de morir, por lo que yo viviendo, puede que este muriendo y hasta me lo estoy creyendo, porque lo que vivo no es vida.

Pues bien, aquí vivo, en un país donde dos personas se matan por un “camioncito”. (quiero decir, por un plátano con cuatro rueditas de salame, donde un hombre mató un perro por que el pobre animalito le robó un trozo de un maltrecho “jociquito” de puerco. ¡“Pobre perro”, diría un hombre de pueblo, “Lo mató La Jambre”

Sigo divagando, si señor, y reitero que vivo en este trozo de isla, al que se han empeñado los “Tutumpotes”, que tienen carros “Cocote Largo” en llamarlo disque país, siii, carajo, paissss, que es tan extenso de terreno que cualquier tribu africana que les guste comer tierra, se lo come en una semana sin siquiera eructar.

Me parece mas bonito decirle Pay en lugar de país, porque Pay en Ingles quiere decir pagar, porque a decir verdad, lo que estamos pagando aquí no tiene madre, como por ejemplo: el contrato de Smith and Enron y el gobierno de Balaguer, en el cual, hay que pagarle la capacidad de generación de energía que tiene instalada, no importando si genera o no la jodia energía, y el que se atrevía a protestar, le echaban los generales atrás y esos si generaban, carajo.

Hubo un gobierno por ahí, donde un furgón de piña costaba lo mismo que un porta avión, solo tenias que beberte un cafecito con un general que era el que generaba y, “Adiós lombrices, adiós.

Tenemos que pagar un préstamo que dicen los que lo “tomaron” que tampoco es un préstamo, pero que si ellos lo prestaron mas pa’lante, pueda que sí sea un préstamo, bueno, como sea, préstamo o no, lo tenemos en las costillas.

Este es el terruño que mas aman los presidentes, ahí tenemos el ejemplo de los últimos presidentes, que nos han gobernado, aman tanto a esta pendejá llamada país que, nos visitan con mucha frecuencia, con esto quiero decir que se las pasan encima de un avión, de país en país, de vino en vino, de caviar en caviar y de cumbre en cumbre mientras a las gentes de La Cumbre (del Cibao), se los esta llevando el diablo, pero es verdad que sí aman esta “Cosa” que le dicen país, hay que amar a quién nos amamanta.

Aquí se le pone mote a las personas sin permiso del moteado, no es raro oir a alguien decirle cuervo a un abogado, para mi eso es un insulto. Tomamos cosas prestadas sin el menor rubor, como hizo un señor ocoeño, que le pidió prestado un pantaloncillo a un vecino disque para “bajar al pueblo” y al no sabérselo poner porque nunca había usado uno, le voceó desde una lomita: ¡¡Vecino, y cómo es que se pone esta vaina?, a lo que el dueño del pantaloncillo le contestó: ¡¡Con lo cagao pa’tras!!!!!!!, son estampas dominicanas, eso es hermoso, vivencias de mi pueblo.

Voy a tener que dejar las cosas aquí, porque se me ha olvidado el tema del que quería hablar, pero es que me entusiasmé demasiado y ya ven lo lejos que me he ido, pero antes quiero decirle algo de Regú, un señor zapatero de San Jose de Ocoa, al que le gustaban mucho los gallos, por lo que se fue a Las Charcas de Azua a una jugada de gallos que había en esa comarca, pero Regú, sabiendo que tenia diarreas, no le paró bola a eso y se fue a jugar.

El bullicio de la gallera ¡Voy al pinto!, ¡Ese maldito gallo es una mona!, ¡¡Tírale Canelo!!!, Pero animal del diablo, te vas a dejar matar?, párate y pelea hijo’e puta.,¡Doy mil a cien!!!!!!!, ¡pago! dice otro, y así transcurre la tarde, pero en medio de la barahunda, sale Regú como alma que lleva el diablo hacia un montecito, se bajo los pantalones y, ¡¡¡¡puaaaffffff!!!!, tira la plata, se retuerce como una culebra, porque parece que el Colon (fíjese bien, dije Colon, no Colón, pa’no azararme), le tiene metida La Polémica o le esta jugando una mala pasada, de esas que te dan la sensación de que no vas a terminar nunca de pujar y de zafarte de la sica, pero nada, el hombre llegó a feliz término y se dispuso a limpiarse.

Pero, “oh, carajo, no traje papel, pero no importa, ya es casi de noche y nadie me esta viendo, y es cuando avista un palo medio curvo y ahí mismo se montó, pasando de arriba hacia abajo primero, y luego de abajo hacia arriba, pero del otro lado del palo para no embarrarse de su misma (George Bush), digo, mierda ombe, en qué carajo estaré pensando?

Para no cansarles con el cuento les diré que Regú,, se limpió con algo que en ese campo le llaman “Palo Bellaco”. Esa noche, nuestro hombre no durmió de tanto jurungarse la puerta’e campo, o sea, las nalgas, y lo peor fué el domingo, ya que esa región del cuerpo parecía que la habían maquillado con pasta de tomate, entonces se le ocurrió a Regú comprar un block de hielo, lo llevó a su casa y así mismo como le hacen los que venden Frío Frío al hielo con un guallador, asi le hizo Regú a su block de hielo, solo que Regú lo hacía con las nalgas, y ya en la noche, el block de hielo parecía un aparejo de mulo.

Creo que en otro momento seguiré, claro está, si sigo tragando cables, porque eso es lo que me inspira.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jjajajjajaja, de verdad que tienes buen sentido de humor para las cosas que lamentablemente suceden en este "Pay", cuídate, afectuosos saludos.-