Henry Osvaldo Tejeda Báez
He dicho muchas veces que, en los pueblos, siempre hay personajes pintorescos y Ocoa no es la excepción, Luís Báez, era una persona muy jocosa, cuando llegaba alcine, todo el mundo estaba concentrado en la película y se oía la voz de Luís: ¡Buenas noches!", y como nadie contestaba el decía: "Diablos, qué mala educación".
Al salir del cine, se iba a la barra de Niní (el pastor evangélico) a comerse un sandwich con una batida de lechosa, desde que se lo entregaban, lo escupía para que a nadie le entrara apetito con su manjar.
Me dijo una vez que se comió un rabo de puerco que le hizo un daño tremendo y tenia una sinfonía en la barriga, con los intestinos "revoltiaos". Así, le llegó la hora de acostarse y, Juanita, su esposa, ya se había dado cuenta del desastre y sabia que un follón de Luís no se podía cambiar por mierda porque salía perdiendo el que daba la mierda, por eso, le dijo que se acostara pa'los pies y no tuvo mas remedio que hacerlo, pero esas tripas de Luís no se estaban quietas y aguantó lo mas que pudo pero, llegó un momento que no pudo mas y sopló un melodioso follón, que cualquiera que hubiera estado ahí, hubiera dicho que ese trasero habló, tanto es así que Rosita, se despertó y preguntó: "Me llamaste Luís?". -"No mami, esos son los gatos en el callejón, sigue durmiendo mi amor" dijo Luis.
Y ya que mencioné la barra de Niní el pastor, voy a relatarles algo que le sucedió a ese señor, muy buena persona por cierto. Vivíamos en la Era de los Doce Años, década de los setentas con Balaguer en el poder, donde los reformistas hacían lo que les venia en ganas, no en Ocoa solamente, sino, en el país entero.
El secretario General del PRD, Nicolás Sánchez (Colá) era un tipo muy fogoso, entusiasta y siempre se pronunciaba en contra de la política de Balaguer, por lo que no era raro que los reformistas le tuvieran odio, por lo que un día decidieron ponerlo en ridículo.
Colá, tenia una barrita en frente del parque, como a 30 metros de la de Niní, también frente al parque. Los reformistas fueron a Parra, un campito cercano a Ocoa, y buscaron a un señor de nombre Mallía para que le tirara un funda de mierda a Colá delante de todo el mundo, le dijeron que Colá tenia una barra frente al parque, y que solo tenia que preguntar por el dueño de la barra, tirarle la mierda, y ya.
Mallía, buscó en callejones, solares y en casas en construcción cuánta mierda pudo, lo mas "Jedionda" posible (esas fueron las instrucciones), la metió en una funda de papel, se fue a la barra y preguntó por el dueño, y cuando se lo señalaron, ahí mismo le "jondió" la funda de mierda, y mientras le chorreaba esa inmundicia por la cara, todos creían que el agraviado mataría a Mallía, pero señores, lo único que dijo el hombre fué: "ESO, YO SE LO DEJO AL SEÑOR!!!!
Mallía no preguntó por el nombre del dueño de la barra, por eso le tiró la funda de mierda a Niní el pastor evangélico, y no a Nicolás. Después de esto, Angel Emilo Pimentel, un joven, también pintoresco de la ciudad, tomó la música de un tema de Leonardo Favio y creó una parodia cantada de la situación de Niní, que le llevó a los tribunales, porque Niní, puso una querella en su contra por difamación e injuria, cosa que no hizo con el que le roció la pupú.
Como no recuerdo las letras de la parodia completa, con la música de Din Don Din Don, solo les diré la única estrofa que me sé y es ésta: "De Parra vino Mallía con una funda'e cagá y se la tiró a Niní, creyendo que era Colá, Din Don, Din Don, estaba lleno el fundón.
Al salir del cine, se iba a la barra de Niní (el pastor evangélico) a comerse un sandwich con una batida de lechosa, desde que se lo entregaban, lo escupía para que a nadie le entrara apetito con su manjar.
Me dijo una vez que se comió un rabo de puerco que le hizo un daño tremendo y tenia una sinfonía en la barriga, con los intestinos "revoltiaos". Así, le llegó la hora de acostarse y, Juanita, su esposa, ya se había dado cuenta del desastre y sabia que un follón de Luís no se podía cambiar por mierda porque salía perdiendo el que daba la mierda, por eso, le dijo que se acostara pa'los pies y no tuvo mas remedio que hacerlo, pero esas tripas de Luís no se estaban quietas y aguantó lo mas que pudo pero, llegó un momento que no pudo mas y sopló un melodioso follón, que cualquiera que hubiera estado ahí, hubiera dicho que ese trasero habló, tanto es así que Rosita, se despertó y preguntó: "Me llamaste Luís?". -"No mami, esos son los gatos en el callejón, sigue durmiendo mi amor" dijo Luis.
Y ya que mencioné la barra de Niní el pastor, voy a relatarles algo que le sucedió a ese señor, muy buena persona por cierto. Vivíamos en la Era de los Doce Años, década de los setentas con Balaguer en el poder, donde los reformistas hacían lo que les venia en ganas, no en Ocoa solamente, sino, en el país entero.
El secretario General del PRD, Nicolás Sánchez (Colá) era un tipo muy fogoso, entusiasta y siempre se pronunciaba en contra de la política de Balaguer, por lo que no era raro que los reformistas le tuvieran odio, por lo que un día decidieron ponerlo en ridículo.
Colá, tenia una barrita en frente del parque, como a 30 metros de la de Niní, también frente al parque. Los reformistas fueron a Parra, un campito cercano a Ocoa, y buscaron a un señor de nombre Mallía para que le tirara un funda de mierda a Colá delante de todo el mundo, le dijeron que Colá tenia una barra frente al parque, y que solo tenia que preguntar por el dueño de la barra, tirarle la mierda, y ya.
Mallía, buscó en callejones, solares y en casas en construcción cuánta mierda pudo, lo mas "Jedionda" posible (esas fueron las instrucciones), la metió en una funda de papel, se fue a la barra y preguntó por el dueño, y cuando se lo señalaron, ahí mismo le "jondió" la funda de mierda, y mientras le chorreaba esa inmundicia por la cara, todos creían que el agraviado mataría a Mallía, pero señores, lo único que dijo el hombre fué: "ESO, YO SE LO DEJO AL SEÑOR!!!!
Mallía no preguntó por el nombre del dueño de la barra, por eso le tiró la funda de mierda a Niní el pastor evangélico, y no a Nicolás. Después de esto, Angel Emilo Pimentel, un joven, también pintoresco de la ciudad, tomó la música de un tema de Leonardo Favio y creó una parodia cantada de la situación de Niní, que le llevó a los tribunales, porque Niní, puso una querella en su contra por difamación e injuria, cosa que no hizo con el que le roció la pupú.
Como no recuerdo las letras de la parodia completa, con la música de Din Don Din Don, solo les diré la única estrofa que me sé y es ésta: "De Parra vino Mallía con una funda'e cagá y se la tiró a Niní, creyendo que era Colá, Din Don, Din Don, estaba lleno el fundón.
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