Por Henry Osvaldo Tejeda Báez
Chácharas de los deseos cínicos y de mi otro yo. Siempre he dicho que no le deseo la muerte a nadie, y cuando oigo que alguien dice: "Ojalá se muera", eso me
pone furioso, no le deseo la muerte a esos asesinos judíos que tantos cuerpos de niños y ancianos han destrozado a bombazos limpios, porque no soy quién
para desearles la muerte.
Un día, conversaba con unos amigos del tema, yo les decía que no les deseo la muerte a esos funcionarios que hacen lo que les viene en ganas con los cuartos del
pueblo, no les deseo la muerte a los Yankis asesinos que tantas gentes han matado en el mundo para robar las riquezas ajenas, todo eso decía yo, y hasta me lo
estaba creyendo, hasta que ahí mismo sentí el cuchicheo de un Diablo que tengo por dentro, algo así como mi Doctor Merengue, era mi otro, y que me decía
lo siguiente:
"Pero hijo'e puta, tu si eres un hombrecito cínico y "jablador", haciéndote pasar por un santico, sabiéndo tu el veneno que llevas por dentro, cómo carajo puedes
hablar tantas mentiras a las gentes y ni colorao te pones?", y seguía: "ya no recuerdas las veces que le has sacado las tripas a George Bush en tus sueños, y dijiste un día que, si te lo encontrabas en un callejón, le retorcerías el cocote como a un pollo gringo, dijiste que
le abrirías la barriga y le sacarías las tripas y las engancharías en el parque con un letrero que diria: "Estas son las tripas de un borrachón que jodió al mundo durante ocho años".
No recuerdas ya que dijiste que te hubiera gustado tener a Balaguer en un cuartico chiquito para comértelo a pellizcos, o, estas tan demente que no recuerdas que
quisiste una vez que Wessin, Bartolome Benoit (léase Benuá), Donald Read Cabral, Rodríguez Echavarria, Perez y Perez y otros muchos mas se cayeran de un helicóptero, o, que los matara una patana?. que mala memoria tiene este infeliz".
Mi Doctor merengue seguía: "Ya olvidaste la vez aquella que un tipo violó una niñita de tan solo cinco años?, dijiste que solicitarías un entrevista con ese hombre, a
ver si te dejaban a solas con él, dizque pa'mocharle los granos con unas tijeras de podar matas; dijiste que llevarías una sombrilla para metérsela por el glúteo,
Jesucristo, qué mala memoria tienes".
"Pero no hace mucho que dijiste que querías dizque visitar
que esos malditos azarosos sin hiel, debería matarlos un "Ciclón Batatero".
Este jodío "Otro Yo", me tiene al coger el monte, mire que vaina me he encontrado ahora, no tengo privacidad, ahí oigo otra vez que me cuchichea: "No le deseas la
muerte a nadie, pero dí lo que pensaste cuando aparecieron los famosos indultos, di lo que pensaste cuando te dijeron que en Salud Pública, los subsecretarios no deben pasar de tres (o cuatro) y hay cuarentiuno, y tú, que te afanas y que hasta recibiste
macanazos, con tal de que las cosas marchen bien en este azaroso conglomerado de gentes raras (en eso tienes mas de cuarenta años).
Subsistes con una miseria, sacando de la canasta diaria, alimentos que ni por el Diablo deberían ser sacados, por las proteínas que tienen pero que ya no están al
alcance de tus bolsillos.
No recuerdas las veces que tienes que engañar al estómago, cuando al momento de comerte un plato de coditos, tienes que pensar que lo que tienes al frente de tus ojos son unos camaroncitos".
"Dile al público, a quiénes tienes encabezando la lista de: "Los Mas Hijos de
gusta que diga "Esta vaina que le dicen País") , los que son los verdaderos responsables de que, si te enfermas antes de pasar por el hospital, tienes que pasar por la farmacia a comprar todo lo que vayas a utilizar durante la enfermedad.
Pero ya esta bueno, dejemos esa vaina ahí, cortemos ya, no sigas de cínico porque estoy dentro de ti y a mi no me puedes engañar, yo no soy como los "Otros Yo" de
los políticos, que dejan a estos hablar toda la mierda que les viene en ganas y ellos se quedan callados, conmigo no sucederá eso, ya lo sabes. Ni tu mismo te crees lo
que hablas, azaroso.
Ese es mi otro yo, qué le puedo hacer?
Observación: El Doctor Merengue era el personaje de una tira cómica de El Caribe, que representaba el otro yo de una persona. Era la parte cínica del verdadero
hombre.
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