CHACHARAS DE APAGONES LEONELISTAS Y OTRAS PLAGAS

Por Henry Osvaldo Tejeda Báez

"Apagones  Leonelistas", así he bautizado a esta ola de apagones que azota mi sector y a casi todo el pueblo de La Romana, porque aparte del "calorazo" que hace, tenemos que aguantar el zumbido molestoso de enjambres de mosquitos. ¿Porqué Apagones Leonelistas? Porque aparte de que nunca hay energía eléctrica y bajo un calor insoportable, tiene uno que aguantar los zumbidos de los insulsos, molestosos y pendejos discursos de Leonel cada cierto tiempo.

Una ola de mosquitos,  se ha combinado con un intenso calor,  para hacernos la vida imposible especialmente en horas de la noche, que es cuando esos zancudos se alinean en cuadrillas, como si fueran aviones P-52 para atacarnos en picada.
Lo primero que hace el Estado mayor de los zancudos es, enviar a un mosquito de reconocimiento para que localice la zona del frente de guerra. Ese mosquito que ejerce el "reconocimiento", te sobrevuela por las orejas, te va dando una serenata con un sonido como el de un violín desafinado y cuando el maldito rinde su informe a sus superiores, el general Zancudo da la voz de ataque y ahí mismo te jodiste.  

Ya que estoy hablando de mi barrio, en  la casa de una vecina, a la que oigo gritando casi todos los días maldiciendo a esos pequeños y molestosos diablillos, aparte de los mosquitos, la ha invadido un ejército de ratoncitos enanos que se comen hasta los brassieres de sus hijas y nietas.

En mi casa, esos animalitos (los ratoncitos) sienten una especial predilección por la medias de mi hijo, luego de que éste se las pasa correteando y brincando en las tardes por el barrio hasta las primeras horas de la noche; Esas medias van a un canasto de ropas sucias para ser lavadas al día siguiente, pero en la noche, esos malditos roedores creen que les han puesto la cena.

Me imagino lo sabroso que encontrarán ellos esas medias sucias. Para ellos, esas medias sucias con tufo de cicote, debe saberle a pizza de pepperoni. Otros platos favoritos de ellos son: los pantys y los "las tangas" y, no es para menos, porque esos "paños menores" de las mujeres deben tener...........Bueno, dejemos esa vaina de ese tamaño!

El colmo de estos "endiablados angelitos" llegó, cuando royeron una foto de mi infancia. ¡Me cago en Céuta, Carajo! Eso ya no lo puedo permitir mas, fue entonces que comencé a tomar medidas urgentes. Compré 20 ratoneras de las pequeñas (a $18.00 c/u), les puse molleja de pollo cocinada, pero antes, la puse en la nevera por una día para que se pusiera un poco mas dura, aparte de lo elástica que es, se les hace muy difícil de despegarla del ganchito de la ratonera. Si se le pone salami, se estará usted convirtiendo en un "Jarta-ratones" pues, primero despegan la carnada, se ríen de usted y luego se van bailando. 

Esa misma noche, tan pronto apagamos las luces de la casa, todos los "cubujones" (así le dicen algunos en Ocoa ,a los rincones) empezaron a sonar y la casa parecía un frente de guerra, ¡¡¡Ratatatatata!!! ametrallamientos por aquí, tiros por allá y chillidos por los allá. Parecen que habían ratones gringos porque se oían sonidos como los que hace el equipo Swat de Estados Unidos: ¡¡¡go go go go!!!.

Las ratoneras estaban acabando con el enemigo. Presuroso me levanté e hice el  reconocimiento para ver las novedades en el  campo de batalla donde tenía lugar la refriega,  y asegurarme de que el enemigo, ya herido de muerte, empezara a replegarse y cavar trincheras para refugiarse e irse con mis ratoneras a cuestas.

El resumen de la escaramuza fue,  el enemigo tuvo 14 bajas.
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