Por Henry Osvaldo Tejeda
Hace días, en una coloquial y amena conversación que sostuve con un viejo amigo a quien no veía desde hace más de veinte años, rememorábamos anécdotas de los viejos tiempos, bromas que les hacíamos a otros amigos, las jugadas en la cancha de baloncesto, los codazos, el grajo de alguno de los muchachos cuando sudaban en la cancha jugando "canchita"(21), entre decenas de inolvidables recuerdos.
-En estos tiempos las cosas, ni por asomo, se parecen a lo que eran antes. -Decía mi viejo amigo, algo desconsolado-
-Claro que si -le dije-, pero es que vivimos en un país tan especial donde lo que sube no baja (Si Newton stuviera vivo y viviera aquí, se pusiera grave por nuestra rara gravedad).
Ya los vecinos no se pasan el cafecito de las tardes, no te pasan las habichuelas con dulces, aunque en navidad, todavía queda algún vecino que te pasa un plato plástico con parte de "su" cena navideña, aunque si te pones a investigar bién, te darías cuenta de que ese plato que recibiste, es el mismo que otro vecino le envió a él. Yo me doy cuenta al vuelo.
De esa manera, no tienen que dar su cena y a la vez cumplen con una vieja tradición a la que creo, una de las más bellas del mundo porque cada año, se pone de manifiesto la amistad entre vecinos, aunque sea por esa sóla noche.
-¡Diablos, si, así es! -Me contestó el amigo, entruñando un poco el entrecejo, y siguió-
-Pero cambiando el tema, que es casi lo mismo, debo decirte que hace pocos días (hará cosa de un par de semanas) me "levanté" una chica jovencita que no pasaba de 20 años. No sé para qué me puse a eso, y te diré por qué te digo esto.
-Contraviniendo todo lo que hemos dicho de este país, donde lo que sube no baja parece que a mi "naturaleza" no le gustó que me pusiera de "agentao" al ponerme a enamorar a esa jovencita, porque se ensañó conmigo y luego de que "subió", sin más ni más, "se bajó" asi mismo como se dobla una mata de guineo. Me quise morir".
-Pero, ¿y cómo es que tu a esa edad, te pones a buscar muchachitas sabiendo lo que te puede pasar? -Le dije-
-¡Pero tu si que estás pendejo!, tan pronto me puse a hablar con ella parece que se me soltó el loco por dentro y ni pensé en el "fulano este" (al decir esto, señalo la parte de abajo de su barriga), y ahí vino la vaina, pero nada, ya eso pasó y me sirvió de lección.
Luego de esta conversación, nos despedimos, rompimos la taza y cada uno para su casa, pero parece que me chocó mucho esa anécdota de mi amigo porque, esa noche soñé dizque la Madre Naturaleza le había enviado un memorándum a mi amigo en estos términos:
Memorándum
Para : Señor fulano de tal (el nombre de mi amigo)
De : La Madre Naturaleza
Asunto : Aviso de desahucio
Distinguido señor fulano de tal (mi amigo), cortésmente tengo a bien informarle que, desde hace un par de años, ha sido usted desahuciado de la cintura para abajo. Se lo estamos advirtiendo desde ahora para que cualquier vergüenza que pase usted con alguna fémina en lo adelante, será culpa suya y de nadie más. Usted tiene cancelada esa parte del cuerpo.
Le recordamos que a lo más que puede usted llegar es a "hacer cocote" cuando vea un "jembrón", tampoco puede usted hacer uso de la nueva pastilla "revive muertos" porque, para hablarle con sinceridad, esa "cosa" suya no sirve para otra cosa que no sea mear.
Nos sentimos muy apenados por usted, pero esa es la ley de la vida y usted no es ningún miembro del Comité Político del partido aquel para que tengamos que privilegiarlo permitiéndole el uso "a todo dar" de la "cosa" esa.
Pídale ayuda a su mano derecha, porque es el único recurso que le queda, además, es la única "hembra" que lo soportará todo el tiempo que usted quiera "ir y venir".
Atentamente,
La Naturaleza
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