Por Elpidio Tolentino Garrido.
(Tomado del semanario El Tiempo)
LA ROMANA.- Con unas 20 obras literarias escritas. Pastorear una importante congregación religiosa y administrar un no menos importante centro educativo, así como tener una excelente familia, serían suficientes para decir que está realizado.
Pero el Reverendo Víctor Cruz Baret Berroa, en un sentido, admite estar realizado, porque de haber tenido que ir a la escuela sin zapatos, y haber alcanzado los niveles donde está son realizaciones, pero está convencido que le faltan muchas otras obras por hacer.
“Podría estar realizado, pero no he llegado a la meta, hay caminos por recorrer. Hablando de trabajo siempre se quiere terminar a la altura de lo que se ha propuesto. En la preparación académica estudio y leo todos los días. Y en cuantro a trabajo busco perfeccionar más y llegar más lejos. Busco como Dios me ayuda a publicar las obras que me falta, de unas 20 sólo he publicado 13”.
Agrega que quiere incursionar en otros campos como el político y sociales. La historia dominicana. Vistos todos desde afuera. Es optimista y aspira llegar más lejos.
Sus orígenes
Dice ser campesino de niño. Aprendió a doblar esquina. Podría solo saber subir lomas, bajar caminos y cruzar ríos, pero por influencia familiar llegó a La Romana. Al batey Borojol, “me gusta su nuevo nombre Buena Vista Norte”. Era muy activo en los estudios y le alababan sus dotes, veían en él un potencial. Tuvo que irse en la Guerra de Abril por las convulsiones de esa época, y así evitar los problemas callejeros. Luego volvió a La Romana.
A su retorno siendo un adolescente, a los 16 años volvió a los estudios y abrazó la fe cristiana. Se apartó de la escuela secular e ingresó al Seminario Bíblico para estudiar Teología, duró tres años internos. Pudo seguir estudiando y se hizo bachiller.
Luego entró a la Universidad. Se casó joven, a los 22 años. Estudió Pedagogía y Filosofía. Le ayudó para ingresar en su iglesia a dar clases, se le abrieron puertas. Siguió dando clases en el Seminario.
“Me acerqué más a la religión por mi cercanía con la Iglesia Católica. Conocía sobre el Papa Pablo Sexto, cuando el murió, fue muy liberal en dar aperturas para estudiar. Mi hermana mayor, la que me trajo a Borojol desde Hato Mayor, leía las escrituras y se nos prohibía porque decían que nos podríamos volver loco. Así llegué a conocer el evangelio en mi adolescencia”.
Por su edad, cuando se graduó, no podía pastorear directamente y tuvo que hacerlo con un superior, asociado, tenía que estar un tiempo práctico, y a los dos años lo ordenaron. Ingresó menor de edad y su pastor tuvo que firmar como responsable. “Al principio había que tener 25 años y ser casado y no reunía ninguna de esas condiciones.
Asume la Iglesia a la salida hacia Bonaire del Pastor Eduardo Félix. A unanimidad la iglesia votó para que asumiera el Pastorado. Previo duró diez años en el Batey Higüeral.
Su Familia
Víctor Baret es casado. Contrajo nupcias con Rosa Elena, una joven creyente de aquel tiempo. Muy talentosa, estudió igual que él. En el Seminario y la Universidad. Por adopción tienen dos hijas y cuatro nietos. La mayor está casada en Estados Unidos. Sus primeros 3 nietos son norteamericanas. La segunda que estudia medicina se casó el año pasado y ya tiene otra nieta.
Producción literaria
De su producción literaria, ya hemos dicho que tiene unas 20 obras escritas, de ellas hay 13 publicadas. Las limitaciones económicas no le han permitido sacar a la luz todas las demás.
La temática de las mismas, a su decir, tienen que ver mayormente las primeras tienen que ver con la teología y la educación, porque en sus estudios tenía que escribir folletos como material complementario, escribía folletos de hermenéutica, homilética, educación cristiana, misiones internacionales, etc., acumulé mucho material para quienes seguían estudiando allá.
En el aspecto histórico un Pastor le dijo si iba a dejar que iba a dejar que esa generación pasara sin escribir la historia de la misión, de esos primeros 50 años, por lo que acumuló muchos datos y entonces con la biografía de los que allí estaban de Filadelfia y Canadá, comenzó a escribir historia.
Luego los estudios proféticos. Ahí le dio seguimiento a la Guerra del Golfo Pérsico. La seguía a nivel de Apocalipsis. Metió a Estados Unidos, que no está pero como dice en la profecía que vendrían como dice que los pueblos de lejas costas vendrán con alas de águilas y tomarán… sabemos que eso es profecía, y por eso lo escribimos, profecías bíblicas.
También libro de anécdotas, que como predicador acumuló muchos datos, por eso el final de los grandes famosos. La homosexualidad, el carnaval, textos que tenía como charlas y mensajes, así que decidió publicarlos.
Su próxima obra
El Reverendo Víctor Baret adelanta que para el próximo año 2016 se cumplen una serie de acciones en las efemérides, incluyendo los 100 años de la primera intervención norteamericana a nuestro país. Fue recolector de datos a través de su familia, que vivió en carne propia esa acción.
“Si se busca la intervención solo se encuentra sobre los norteamericanos. Por eso estoy escribiendo sobre los gavilleros, los desalojos, las intrigas, gente patriota que luchaba por la patria, gente que les quitaban su bienes, estoy muy adentrado en esas acciones para publicar. Tengo un rifle de esos que se utilizaron, cantimploras, etc, y quiero que se conozca sobre esa realidad del 1916”.
“Desconecté un poquito ahorita sobre la historia. He llegado a profundizar de por qué los dominicanos somos como somos. Justificar lo que somos. Una notoriedad de ser como somos. Publicaré sobre eso también”, señala el Pastor Víctor Baret.
Cómo vino de Hato Mayor a La Romana?
Cuando “la gavillería” mi familia que tenía amplias propiedades, tuvo que abandonar. Mi padre al yo nacer se desapareció… Mi hermana mayor al cumplir 15 años le preguntó mi madre qué quería de regalo y ella me pidió, de ahí era su especie de hijo. Mi hermana era alfabetizadora en la era de Trujillo, ganaba 5 pesos y pico, me llevaba de manos y me ponía planas en la escuela.
Vivimos inclusive en Miches, cuando ella se casó con un romanense reclamó su regalo prometido y con mi hermana vine a La Romana (Borojol), y con el privilegio de venir aquí pudo estudiar, porque en el campo solo se estudiaba un cuarto o quinto curso, y se desertaba o no había más grados.
Inconvenientes en sus quehaceres?
Solo una vez una maestra norteamericana, Laura Heal, al ver la diversidad de cosas que hacía, como pastor, estudiante de la universidad, profesor, escritor, etc., le preguntó cuál de esas áreas está sufriendo más, porque en una de ellas debía estar incumpliendo. Pero dijo que el sacaba tiempo para cumplir en todas, abarcaba mucho pero apretaba en todas. Ha sido su único cuestionamiento en todo su quehacer.
Al final, el Pastor Víctor Baret nos dice el que no echa para adelante es porque no se lo propone. Quiere que avancen, que tengan una trayectoria de avance, que no permitan que su vida se arruine.
“He llegado donde estoy, y aspiro a llegar más, porque creo en echar para adelante, yo llegué a ir a la escuela sin zapatos, descalzo, y no fue nunca un obstáculo avanzar, echar para adelante”.
elpidiotolentino@hotmail.com; elpidiotolentino@gmail.com
Imprimir
No hay comentarios:
Publicar un comentario