Zurab Pololikashvili |
SANTO DOMINGO.- La Organización Mundial del Turismo (OMT) organizó una reunión virtual de alto nivel con organismos clave de las Naciones Unidas, los presidentes del Consejo Ejecutivo y las Comisiones Regionales, y líderes del sector privado.
El turismo es el sector económico que se ha visto más afectado por el COVID-19 y todos los participantes aceptaron la invitación del secretario general de la OMT para integrarse en un Comité Mundial de Crisis para el Turismo, que se constituye a la vez que la OMT se prepara para lanzar una guía mundial para la recuperación. El Comité, liderado por la OMT, celebrará reuniones virtuales regulares, vista la necesidad de coordinación y eficiencia en las actuaciones de los sectores público y privado, los gobiernos, las instituciones financieras internacionales y las Naciones Unidas.
Desde el comienzo de la pandemia, la OMT ha estado colaborando estrechamente con la Organización Mundial de la Salud (OMS) a fin de guiar al sector turístico frente al reto del COVID-19.
La reunión, convocada desde Madrid, pero celebrada virtualmente por razones de seguridad pública, hizo mayor hincapié en el llamamiento a la cooperación internacional para preparar una respuesta unida basada en las últimas recomendaciones de salud pública y que tenga en cuenta la profunda onda expansiva a nivel económico y social de la pandemia.
«Esta emergencia de salud pública sin precedentes se ha convertido ya en una crisis económica que tendrá un costo social», explicó el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili. El secretario general añadió que el turismo «es el sector más afectado y todas nuestras estimaciones se han quedado obsoletas por una realidad cambiante».
Sin ninguna certidumbre sobre cuánto durará esta crisis o cuál será el impacto económico y estructural final en el turismo, todos los participantes se mostraron unidos en su profunda preocupación por los millones de puestos de trabajo que podrían perderse. Dado que a escala mundial el 80% del sector está formado por pequeñas y medianas empresas, el impacto social de la crisis irá mucho más allá del turismo y se convierte en una preocupación clave para la comunidad internacional.
El turismo ha demostrado ser en el pasado un socio fiable para la recuperación de la sociedad y las comunidades, pero solo si las políticas económicas de los gobiernos y los paquetes de apoyo de los organismos donantes y financieros tienen en cuenta que se trata de un sector que afecta a todos los componentes de la sociedad.
«El medio de vida de millones de personas y familias está en juego, sea en centros urbanos o en comunidades remotas en las que el turismo es a veces la principal fuente de ingresos y un vehículo para la inclusión social, la protección del patrimonio y el impulso al desarrollo», dijo Zurab Pololikashvili.
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