Elpidio Tolentino Garrido.
El Partido Reformista ganó en el 2010-2016, y a los tres años tuvo que ser destituido y hecho preso su alcalde por su mala gestión y la falta de justificación en el uso de unos 400 millones de pesos, según expediente que deambula en nuestros tribunales, con más de 200 reenvíos.
En el proceso eleccionario del 2016, estando como preso domiciliario, y ante la permisividad e indiferencia de nuestras autoridades, participó en las elecciones llevando como vicealcaldesa su esposa o mujer, el mismo día del proceso realizó una marcha caravana por toda la avenida Padre Abreu y la avenida Santa Rosa, y prácticamente le gana a su opositor José Reyes.
En el 2020, con el proceso judicial abierto, participa y gana, habiéndose vendido como aliado del Partido de la Liberación Dominicana y su candidato presidencial Gonzalo Castillo. Triunfó y por otro proceso judicial, es condenado en todas las instancias judiciales posibles, cae preso de marzo a octubre y por “trucos legales” obtiene su libertad y es candidato nueva vez en este 2024.
Quienes lograron su libertad ante una Sentencia Definitiva de la Suprema Corte de Justicia, con un recurso para revisión conocido y fallado en menos de 30 días, son los mismos que le representan en el caso por corrupción iniciado en el 2013, y que ya pasa de 10 años y más de 200 reenvíos.
Son los mismos que han procurado una extinción de ese proceso por el largo tiempo y tantos reenvíos, que ellos mismos han venido provocando, y, naturalmente, porque no contamos con un sistema judicial responsable, aquí en La Romana, que no se deje llevar de tantos incidentes para evitar se conozca esa causa y sean liberados o condenados todos los encartados en ese proceso por corrupción, y que estaría involucrando unos 400 millones de pesos del municipio.
Pero nuestro pueblo, los que salen a votar, los que dicen que en el PLD hay ladrones y no caen presos, que al reformista es por envidia; los que dicen que el robó, pero recoge la basura; los que dicen que no importa que robe, porque sabe hablar, esos lo tienen en los primeros lugares de intención del voto y lo vuelven a llevar.
Pero no solo esos que votan por él, sino quienes deben ser los vigilantes, garantes, fiscalizadores de los vienes del municipio, no les importa y se confabulan porque, o no quieren chocar, o están comprometidos por dádiva o contratas, o porque si chocan podrían no repetir.
Esos regidores que han estado estos últimos cuatro años, son tan responsables del desorden administrativo municipal, como el mismo gerente prisionero y candidato, porque han tenido las herramientas legales y han preferido darle la espalda. Han preferido obviar una suspensión y destitución del alcalde, y permitirle salido de la cárcel, reintegrarse a sus labores con su esposa como si no tuviera una suspensión y destitución.
Definitivamente, no son solo los que votan por él, sino quienes llegan por el voto de otros partidos, pero no se atreven a enfrentar las violaciones a sus propias decisiones y a las leyes y reglamentos vigentes.
Y, peor, que el partido de gobierno, conociendo todo eso, pretendía llevarlo en su boleta, no fue posible porque el propio preso se opuso a llevar una vicealcaldesa del PRM, pero están unidos en lo congresual y presidencial, lo que es usado para vender la idea de que el Partido Revolucionario Moderno está aliado el preso y condenado, y con un proceso penal abierto por más de diez años y más de 200 reenvíos.
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