Por Federico Pinales.
Ella es dura, tardía, pero segura,
No se le escapa ninguna criatura,
Es pareja para toda la gente,
incluyendo a senadores y presidentes,
quienes por ser tan influyentes,
se ríen a mandíbulas batientes,
cuando se burlan de la gente.
Entre ellos se cuenta a un expresidente norteamericano,
a quién el sistema tiene entre sus manos y a un poderoso senador
que presumía de ser un hombre de honor.
La justicia norteamericana le aplica a los delincuentes, corruptos y ladrones,
la misma técnica que les aplican los pescadores a los tiburones.
que consiste en darles mucho nailon, para cuando se traguen las carnadas,
los anzuelos no les sepan a nada,
y así atraparlos por manadas.
Un senador casi preso y un expresidente convicto,
al ser declarado culpable por decenas de delitos.
Es su tercera condena por cargos civiles y criminales,
sin incluir los casos pendientes en diferentes tribunales,
donde también enfrenta serias acusaciones penales.
Como ese personaje no conoce la prudencia ni la decencia,
aún con ese rosario de pendencias,
continúa aspirando a la presidencia,
pero como a sus seguidores eso no les molesta,
el personaje sigue delantero en las encuestas.
Si el Congreso no despierta y se apura,
en apoyar los esfuerzos de la judicatura,
pronto tendremos a un convicto en la primera magistratura,
de la nación más poderosa, “transparente y pura”.
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