Raymond Tejeda, Héctor Vargas y Marcos Florentino también serán exaltados durante el IX Ceremonial
LA ROMANA.- El Comité Permanente del Salón de la Fama del Deporte Romanense completó la elección de los diez deportistas que serán inmortalizados el domingo 1 de septiembre durante el IX Ceremonial de Exaltación.
El doctor José Reyes indicó que las últimas escogencias recayeron sobre el ex atleta, periodista y locutor Ramón Julio -Raymond- Tejeda, el polista Héctor Vargas y Marcos Rafael Florentino, uno de los más notables entrenadores de lucha olímpica de la historia.
El presidente del Salón de la Fama provincial precisó que con anterioridad fueron seleccionados Miguel Mercedes, en boxeo; Mirel Zayas, árbitro de béisbol; Basilia Santana, Eugenio Payano y Luis Baigés Chapel, softbolistas; Ramona -Raquel- Ramos y Juan Álvarez Belén, en baloncesto.
Serán exaltados durante una ceremonia a celebrarse en el auditorio de la Alianza Juvenil para el Deporte y la Cultura, del sector de Buena Vista Norte. El acto iniciará a las 10:00 de la mañana y lo presidirán Reyes y el director del Centro Médico del Central Romana, doctor José López, quien fungirá como Presidente de Honor.
Atleta, comunicador y dirigente
Con Raymond Tejeda, el Salón de la Fama gana a uno de los más notables comunicadores de la región en materia deportiva. También un otrora excelente atleta, además de directivo y organizador, como director general por casi dos décadas del Torneo de Baloncesto Superior.
Raymond nació para el deporte. Ha contribuido como propulsor deportivo, siendo uno de los más notables dirigentes de clubes y de La Asociación de Baloncesto de La Romana (ASOBARO). Además en su hoja deportiva, se suma su labor como atleta, entrenador, dirigente deportivo, narrador y comentarista deportivo.
Desde su infancia practicó béisbol, baloncesto, voleibol, atletismo, karate y ajedrez, pero siempre mantuvo su inclinación por el béisbol y el baloncesto.
El béisbol fue la disciplina que abrazó con dedicación, consiguiendo sus mayores logros como atleta superior, llegando a formar parte de los mejores equipos de la época como Navajas Shick, Espaguetis Ricos, Cooperativa Romana y el legendario Papagayo, con el que obtuvo sus mayores logros a nivel local, regional y nacional.
Raymond, como todos lo conocen, en su época con el conjunto Papagayo, por su potente brazo y forma de lanzar fue apodado “Bob Gibson”, demostrado en sus participaciones representando a la región Este y su ciudad natal La Romana y en todos los torneos regionales y nacionales, vale recordar aquellos tres enfrentamientos épicos contra el poderoso equipo de La Marina de Guerra (hoy Armada Dominicana).
Por sus logros con el Papagayo, parte a la ciudad capital donde es reclutado por los equipos Colgate y Montecarlo, enseñando una vez más sus condiciones desde el montículo, méritos que le permitieron ser llamado para integrar el Seleccionado Nacional.
Siguiendo sus sueños de pasar al profesionalismo se integra a las prácticas con Las Estrellas Orientales sin poderlo lograr por lesiones en su brazo de lanzar. Al ver frustrado sus sueños retoma el baloncesto y junto a amigos fundan el Club Virgilio Castillo (Chola).
Dejando atrás su participación como jugador de basket se dedica a la dirección del representativo del Chola y de los seleccionados locales infantil, juvenil y superior.
Con la selección superior para los Juegos Nacionales de San Pedro '83 obtuvo la medalla de bronce y en los Nacionales de San Cristóbal 87, la de plata.
Florentino Marte
Nació el 18 de noviembre de 1954, del matrimonio de Rafael Florentino y Felipa Marte. Desde temprana edad se inició en la práctica de deportes tradicionales como el béisbol y baloncesto, pero en su interior crecía la llama por el amor a la lucha olímpica y en el 1974 despega su carrera en el Club Ramón Marrero Aristy, del cual fue cofundador.
Para 1977 enseña sus cualidades en los II Juegos Nacionales de Santo Domingo, donde obtiene la medalla de plata, aún con las cualidades y destrezas para continuar como atleta de la lucha olímpica, siente esa llama que crecía en él para dedicarse a la enseñanza de la disciplina y precisamente inicia su carrera y se convierte en el más laureado técnico de lucha olímpica.
Comandó la selección de la Región Este en los Juegos Nacionales del 1983 en San Pedro de Macorís, donde obtuvo el segundo lugar, Juegos Nacionales del 1981 en Barahona alcanzó el cuarto puesto. En los Juegos Nacionales del 1997 en Mao fue subcampeón y tuvo su consagración como entrenador en la versión del 2000 celebrada en su provincia natal, logrando el título de campeón para la región, así como otro subcampeonato en la edición del 2006 celebrada en Monte Plata.
Sus logros no solo se han dejado sentir a nivel nacional, ya que siendo reclutado en el 1993 por Ejército Nacional como entrenador, llevando a la institución a ocupar los primeros lugares en los campeonatos del Círculo Deportivo Militar.
Para el año 2000 pasa a las filas de la Policía Nacional y una vez más, Marcos demuestra sus condiciones de entrenador de lucha olímpica, llevando a esa institución a la cima por varios años dentro de los Juegos Militares.
Florentino fue parte del cuerpo técnico de la selección para los Juegos Panamericanos de Winnipeg '99 y entrenador en jefe de la selección en los Juegos Centroamericanos de El Salvador '2002, donde el país obtuvo siete medallas.
Gran polista profesional
Héctor Vargas nació en Santo Domingo el 18 de junio de 1954. Desde temprana edad, Héctor se sintió atraído por la ganadería y la práctica de deportes ecuestres.
Siendo un niño, de la mano de su padre empezó a cuidar los caballos en los establos en las inmediaciones de las canchas del hotel El Embajador, cuando a finales de 1960, la práctica del polo estaba reservada para unos pocos allegados al dictador Rafael Leonidas Trujillo, entre ellos familiares y amigos.
Luego, Héctor cuidaba de los selectos ponis de patrones y jugadores de esa época, entre ellos los del inmortal Kalil Haché, Guarién Cabrera y los hermanos Carlos y Guillermo Cochón.
Eventualmente Vargas fue invitado a reforzar equipos que competían dentro y fuera del país y desde principios de los 70 's participó en encuentros profesionales en Venezuela, México, España y los Estados Unidos.
Con el devenir y desarrollo del complejo Casa de Campo a cargo de la multinacional Gulf & Western, Calixto García contrata a Héctor para asistir en las labores de doma, cuido de caballos y participar en juegos de polo con visitantes profesionales y aficionados a la práctica del llamado “Deporte de los Reyes”.
Las invitaciones a participar en la temporada de verano en partidos en múltiples localidades en los Estados Unidos resultan en contrataciones importantes de quien para ese entonces ya era polista profesional.
Ganador de incontables torneos nacionales e internacionales, la caballerosidad y cualidades excepcionales de Héctor Vargas le hicieron ganador del premio más importante: El reconocimiento, respeto y admiración de sus iguales.
Ido a destiempo el 13 de febrero del 2007 por una situación de salud luego de un partido de polo, con un palmarés impresionante y sus 7 goles de Hándicap, Héctor es considerado hasta el momento el mejor polista dominicano de todos los tiempos.
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