Por Federico Pinales.
Porque se proyectan como dos talentos femeninos, que han empezado a trillar sus propios caminos, sin caer en los desatinos, de otras “potrancas “de paso fino.
Empezaron tocando el fondo de problemas medulares, trazándole pautas a sus iguales, sobre la forma de enfrentar y corregir algunos males.
Lo hacen con gracia, finura, inteligencia y humor, pero con mucha determinación, firmeza y valor, reivindicando el honor de un importante sector que se ha estado vendiendo al mejor postor.
Me refiero a las hermanas Sharina y Farihna Sánchez Maríñez, hijas de dos prominentes médicos dominicanos y con una fuerte corriente de Pinales y De los Santos en sus venas.
La mayor de las dos hace radio y televisión.
La menor es productora y escritora.
Acaba de publicar un libro sobre el servicio de transporte dominicano llamado “CONCHO”.
A propósito, el libro se titula “De Concho, Concho y más Concho”.
Es poco voluminoso, de fácil lectura y muy entretenido, sobre todo para los profesionales que hicieron carreras universitarias usando esos valiosos servicios de transporte colectivo privado.
Como se puede notar, es posible ser joven, elegante, simpática, brillar, ascender y hacer aportes importantes a la sociedad, sin necesidad de vender su cuerpo, ni caer en bajezas, que denigran el honor del sector femenino, hacendoso, laborioso y decente.
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