lunes, 30 de diciembre de 2024

ASOCIACION DE DOMINICANOS EN BELGICA

José Gómez Cerda.
 
TESTIMONIO: Este capítulo sobre la Asociación de Dominicanos en Bélgica, es parte del libro; DIRIGENTE INTERNACIONAL: TESTIMONIOS Y MEMORIAS, AUTOBIOGRAFIA, QUE SERA PUBLICADO A PRINCIPIOS DEL AÑO 2025. En este parte narro sobre la Asociación de Dominicanos en Bélgica, pero el libro contiene principalmente mis actividades como dirigente internacional, que me permitió trabajar en el mundo sindical, en Africa, Asia, Europa y América Latina, en mi condición de Secretario General de la Federación Mundial de Trabajadores de la Agricultura, Alimentación y Hotelería (FEMTAA) que tuvo como sede principal a Bruselas, Bélgica.

En el año 1992 salí de Santo Domingo para Bélgica, junto con mi familia. Mi esposa Christine Piens, (Cristina), Máximo, Nicolas y David, para instalarnos a vivir en Bélgica. Era una oportunidad para aprovechar la educación europea para mis hijos, que tenían 14, 13 y 8 años de edad. 

Desde 1995 hasta 2004, fui presidente de la Asociación de Dominicanos en Bélgica, y coordinador de varias asociaciones de dominicanos en Europa, especialmente en Bélgica, Francia, España, Holanda, Italia y Luxemburgo. 

Conducir una organización mundial, como la Federación Mundial de Trabajadores de la Agricultura, Alimentación y Hotelería (FEMTAA) me permitió hacer misiones al continente africano, participando en actividades en 14 países de esa región; 5 misiones en Asia, participar en 17 actividades de la Organización Internacional del trabajo (OIT), en Ginebra, Suiza, en 9 de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en Roma, Italia. 

También en 3 actividades del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA), 4 visitas al Vaticano, incluyendo 3 entrevistas con el Papa Juan Pablo II, y contactos permanentes con 10 organizaciones sociales italianas; 5 reuniones con la Organización Mundial de Turismo (OMT), en Madrid, España, y en 2 Congresos de la CMT, en Isla Mauricio y Tailandia. 

Así también con reuniones permanentes con organizaciones sociales incluyendo a la Unidad Sindical Obrera (USO), y el Movimiento Rural Cristiano (MRC), en España; encuentros trimestrales con organizaciones de agricultores y hoteleros, en Francia; reuniones semestrales con organizaciones sociales regionales en América Latina, especialmente en Aruba, Honduras, Chile, República Dominicana y Venezuela.

Clara Quiñones, Embajadora de la Republica Dominicana, ante el Reinado de Bélgica Renso Herrera Negociador Principal de la adhesión de la RD al acuerdo ACP de Lome IV, como jefe de misión de nuestra Embajada en Bélgica.

Entre los miembros de la Asociación de Dominicanos en Bélgica, estaban Bruno Bros, Cónsul de la Republica Dominicana, ante el Reino de Bélgica Rafael Torres, Arbelis Encarnación, Mario Ángeles,  pintor dominicano, quien vivió en Bruselas, Belgica. Ana Celenia Alemán, Valina, Peggy van Lierde, belga, y su esposo, y otros dominicanos, especialmente mujeres. 

Ginebra, Suiza 

En Ginebra teníamos un grupo muy dinámico, encabezado por Ynes Gerardo, que realizaba diversas actividades sociales. También estaba Isabel Cretton, una dominicana que fue Cónsul Honoraria de la Republica Dominicana, hermana de mi gran amigo Cholo Brenes. 

La República Dominicana tenía como embajador a Homero Hernandez, y como representante ante los organismos internacionales a Federico Cuello, con ambos tuvimos muy buenas relaciones personales e institucionales. Homero Hernández, embajador ante el gobierno de Suiza Federico Cuello, Embajador ante los organismos internacionales, en Ginebra. SuIza.

La Asociación Social y Cultural Dominicana en Bélgica, es una Organización No Gubernamental, sin fines de lucro, que asocia a los dominicanos (a) residentes en Bélgica, así como sus cónyuges, compañeros (a) de vida, y belgas relacionados con la República Dominicana. 

La Asociación de Dominicano en Bélgica mantuvo siempre muy buenas relaciones con el personal de la Embajada Dominicana, en especial con la Embajadora Clara Quiñones, quien siempre brindó su respaldo a las actividades e iniciativas de la asociación, en especial asistir y cooperar con los bailes que organizábamos. 

Asimismo, el Cónsul, Bruno Bros, quien era miembro acto de la Asociación. Fuimos invitados a charlas, conferencias y otras actividades que organizaba la Embajada en Bruselas, y nos reunimos periódicamente para coordinar actividades educativas y culturales, con la participación de los miembros directivos de la asociación y miembros. Inclusive para belgas se hicieron miembros de la asociación, como fue el caso de Péguy Van Lierde, y su esposo, que eran entusiastas activistas de los actos que organizaba la asociación.

Durante varios años fui presidente de la Asociación de Dominicanos en Bélgica, que agrupaba alrededor de 240 miembros; 220 mujeres y 20 hombres. Esta asociación era para orientar a los dominicanos (as) que llegaban a Bélgica, y mantener la unidad. No se cobraba cuotas, pero los días 21 de enero, día de la Altagracia, los 27 de febrero, día de la independencia, los 16 de agosto, día de la restauración y en ocasión de navidad y año nuevo, se realizaban “fiestas dominicanas”, muchos cooperaban aportando comidas o bebidas, y con esos ingresos se mantenía económicamente la asociación. 

Tenía oportunidad de viajar a Luxemburgo, España, Francia, Italia y Suiza, y en cada país me reunía con las asociaciones de dominicanos, era una especie de coordinador. Una vez hicimos una encuesta, preguntando; “Porqué había emigrado a Europa”, y el 80% respondió;” Para hacerle una casa a mi mamá, y mantener mis hijos que dejé allá”. 

Desde que me instalé en Bélgica busqué relaciones con la Embajada Dominicana, Al principio estaban sólo dos personas; Renso Herrera Franco y Bruno Bros. Después llegó la embajadora Clara Quiñones, con quien establecí buenas relaciones personales e institucionales. La adhesión de la República Dominicana y Haití a La Convención de Lomé IV y a los sucesivos acuerdos de ACP-UE (África, Caribe y Pacifico-Unión Europea) ha tenido impactos importantes para ambos países del Caribe, en forma de cooperación al desarrollo, comercio internacional y de relaciones exteriores. 

Fue la época donde la República Dominicana se integró a los países ACP (África, el Caribe y el Pacifico), estuve relacionado con ese organismo por medio del sindicalismo; La Confederación Mundial del Trabajo (CMT), de la cual formaba parte del Comité Ejecutivo Mundial, por ser secretario general de la FEMTAA, una federación profesional mundial. 

En el año 1996, tuve el honor de saludar al presidente electo de la República Dominicana Leonel Fernández, en una recepción en un castillo en Bruselas, recién electo presidente de la república. Me sorprendió comprobar que él conocía el idioma francés, y hablaba fluidamente ese idioma. Por medio de la Embajada Dominicana, en el año 2000, fui parte de la delegación que recibió en Bruselas, al presidente Hipólito Mejía, en su primer viaje a Europa como presidente electo de la República Dominicana, y él me invitó a un desayuno privado, para que yo le explicara la situación del país dentro del contexto de la Unión Europea. 

En el orden personal establecí relaciones con muchos dominicanos que viajaban a Bruselas con frecuencia, entre ellos Eduardo La Torre, ministro de Relaciones Exteriores de la República Dominicana, Frank Castillo, del sector patronal, quién había estudiado en Bélgica, un grupo de sacerdotes que estudiaban en Lovaina, entre ellos Pablo Mella, Escipión Oliveira, estudiante de administración de empresas. Eduardo Latorre.

Pablo Mella, sacerdote Jesuita, dominicano, quien estuvo estudiando en Bélgica Participé en la Embajada Dominicana a la recepción de varias personalidades dominicanas, como Monseñor Antonio Camilo, Obispo de la Vega y otras personalidades políticas y sociales. Con mi querido amigo Bruno Bros, Cónsul dominicano en Bélgica, iba mucho a Molenbeek un barrio de Bruselas, epicentro del yihadismo europeo, a comer kipes y comida árabe. 

La madre de Bruno, “La Niña” fue una buena amiga, que cooperaba con la Asociación y todos los dominicanos que iban a Bruselas Peggy Van Lierde, era la secretaria ejecutiva de la Federación Mundial de Empleados Públicos, (INFEDOP), que tenían sus oficinas principales al lado de mi oficina, en Bruselas Bélgica, ella fue una buena colaboradora de la FEMTAA. Ella estuvo con su esposo, dos veces de vacaciones en Punta Cana, Rrepublica Dominicana. 

Uno de los casos que conocí mientras vivía en Bélgica fue el caso de Marc Dutroux, un individuo aparentemente normal, que asesinó a seis niñas belgas. Su acción fue repudiada públicamente, se realizaron marchas públicas, vestidos de blanco, y despertó actos de repudio contra sus acciones contra inocentes niñas. Sus padres y familiares se movilizaron a nivel nacional. 

Conocí al amigo Francisco Schifino, natural de Santiago, quien estudió y se casó en Bélgica, siendo su padrino de matrimonio Antonio Guzmán, que cuando ganó las elecciones lo mandó a buscar a él y su familia para trabajar en Santo Domingo. Los años que viví, junto a mi familia en Bélgica, y en especial en la Asociación de dominicanos, fue un tiempo muy fructífero en mi condición de sindicalista y escritor.


 

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